En el mundo del fútbol cada vez aparecen más referencias sobre psicólogos deportivos. En los programas deportivos aparecen hablando sobre la crisis de algún equipo, sobre una lesión grave de un jugador y como le puede afectar o, a veces, hablando sobre un éxito inesperado de un equipo asociado a la incorporación de este profesional. Pero la verdad es que el psicólogo del deporte, específicamente en el fútbol, tiene cantidad de roles.
Uno de ello es que El PSICÓLOGO DEL DEPORTE ayuda al competidor a controlar el estrés de la propia competición. Este estrés produce una desorganización emocional y conductual que puede afectar su rendimiento. Por otra parte, intenta pasar de la expectativa de éxito (cuando el deportista siente que su habilidad está directamente asociada a la victoria deportiva) a la expectativa de eficacia (para que las acciones y los movimientos técnicos ocupen su atención y sentimientos).
El psicólogo deportivo lleva a cabo la dotación a los deportistas de diversas técnicas que les sirva para entrenar lo que son las llamadas habilidades sociales. En este sentido, trabajan con lo que es la concentración, el control de la ansiedad o los miedos y la confianza.
Además disponen de herramientas y técnicas capaces de dinamizar e influir de forma positiva en la aceptación no traumática de los diferentes intereses que existen en el actual desarrollo del fútbol.
La figura del psicólogo deportivo cada día es más importante debido a que proporciona conocimiento sobre el comportamiento humano y su metodología para estudiarlo, entenderlo o modificarlo. Su aportación es esencial para el rendimiento deportivo, ya que el funcionamiento psicológico es igual de trascendental para los deportistas que el funcionamiento físico, técnico y estratégico.
Los deportistas se pueden beneficiar del trabajo del psicólogo deportivo, y cada especialidad deportiva va a requerir unas habilidades psicológicas específicas, que van a permitir que el deportista pueda competir de manera más eficiente. Estos beneficios repercutirán directamente no sólo a nivel mental del propio jugador sino a nivel de rendimiento deportivo. Un correcto entrenamiento psicológico llevará al jugador o al equipo un paso más allá de lo que el mero entrenamiento físico/táctico puede llevar.
