El tema que vamos a tratar en el artículo de esta semana es la AUTOCONFIANZA. La confianza en uno mismo es un aspecto fundamental para todo deportista profesional.
La autoconfianza es la convicción que una persona tiene, en que puede llevar a cabo unas habilidades necesarias, para ejecutar con éxito la conducta requerida y producir un determinado resultado. En el ámbito deportivo se utiliza con frecuencia para referirse a la percepción que tiene la persona sobre su capacidad para enfrentarse a una determinada tarea.
Un deportista con confianza en sí mismo, cree en lo que hace, confía en sus posibilidades y en su capacidad de aprender cualquier habilidad que le permita mejorar en su respectivo deporte, es decir, un deportista que posea esta cualidad, es mejor que uno que no la tenga. Quizás no sea en ese momento pero su determinación y dicha confianza le harán seguir progresando durante toda su vida deportiva y acabará convirtiéndose en todo aquello que él quiera convertirse.
La autoconfianza como hemos dicho es clave para todo buen deportista, ésta afecta en varios aspectos como:
– Las emociones positivas: Las activa y éstas hacen aumentar la seguridad y la tranquilidad del deportista. Esto es un óptimo estado mental
– Motivación: la hace aumentar, porque el deportista afronta cualquier reto con la seguridad de tener una preparación perfecta, lo que hará que los consiga y pueda afrontar otros retos más difíciles con energía y ganas.
– Concentración: la confianza produce una reducción de tensión y presión, lo que hace que sea más fácil concentrarse.
– Objetivos: los objetivos cada vez son más altos, por la seguridad de haber conseguido otros previos y verse capaz de más.
– Esfuerzo: cuando una persona trabaja para conseguir algo y lo consigue, el esfuerzo se ve recompensado. Esto hace que en futuros retos siga confiando en sí mismo y en su esfuerzo para conseguir lo que quiera.
– Lesiones: la autoconfianza influirá disminuyendo la probabilidad de lesionarse, ya que esta depende en gran medida del grado de concentración, motivación y disposición del jugador
– Presión: la autoconfianza genera sentimientos positivos en el deportista y, por tanto, hace que el jugador se relaje mentalmente.
– Resistencia física: la autoconfianza influye aumentando la resistencia, hace reducir los síntomas del agotamiento, tanto físico como mental, produciendo que el cuerpo este mejor para conseguir los objetivos.
Como podemos ver, trabajar y mejorar la autoconfianza en un jugador tiene, a la larga, múltiples repercusiones positivas y que afectan a muchos aspectos técnicos y físicos del deportista, aportando una estabilidad y una mejora en la competitividad del mismo. Además, ayuda a mejorar la salud mental de los deportistas de alta competición, que muchas veces les afecta demasiado la presión a la que se ven sometidos jornada tras jornada.
