Un Roberto Gil lleno hasta la bandera, como en las grandes ocasiones, sería testigo directo de un partido con pocas ocasiones de gol, tensión y final triste para un Ribarroja que no ha conseguido remontar el 2-0 encajado en la ida ante el Hércules B. Los alicantinos ascienden al fútbol nacional 15 años después de descender y militar en las categorías regionales. Reportaje Fotográfico: Raquel L. Cuartero.

Los primeros instantes de encuentro no tuvieron dominador claro. Ambos equipos trataban de hacerse con el control del esférico pero el ímpetu y la igualdad desataron un pequeño caos en el juego. Avisaba primero el Ribarroja en el minuto 9 con un centro raso y envenenado de Jonás que daría en la cepa del poste. Cuatro minutos después volvían a avisar los locales gracias a una ocasión donde, tras varios rebotes ocasionados por disparos a puerta rechazados por la zaga, Segarra dispararía muy cerca de la portería defendida por Pablo. El Ribarroja era el equipo que protagonizaba mayores acercamientos gracias al dominio en el control del esférico. Jonás seguía causando estragos en el Hércules B, y tras una jugada personal donde se recorrió 50 metros sorteando rivales, forzó una falta en la frontal. En ella, Madra estuvo a punto de cazar el esférico, pero no enganchó el balón. Con pocas ocasiones, tensión y esperanza en la grada se llegó al descanso.

Desafortunadamente la segunda mitad no tuvo ocasiones claras de gol pese a las necesidades del conjunto local de vencer por 2-0. Una buena ocasión de chilena nada más salir de los vestuarios se convirtió en una de las pocas ocasiones del Ribarroja, que vio cómo su control del balón se diluía y la posesión se equilibraba. En el minuto 53 el conjunto local tuvo la ocasión más clara, con Pastor recuperando el esférico en tres cuartos y haciendo un pase de la muerte que, tras el disparo del ariete valenciano, se marchó a las manos del guardameta del Hércules B. Madra probó también desde el centro del campo, pero tampoco sonó la flauta y Pablo detuvo en dos tiempos. Con el paso del tiempo la posesión se desequilibraba a favor del Ribarroja, pero el Hércules B aprovechaba sus posesiones para crear peligro por mediación de Jac y Juampe, pero no conseguían sacar provecho de sus buenas acciones. Lo intentaban de forma consistente los locales, pero no eran capaces de crear oportunidades claras por falta de precisión y de ideas en tres cuartos de campo. Ya volcados en los últimos minutos, el Hércules B tuvo varias acciones para poner el 0-1 por mediación del recién entrado Velázquez, uno de los jugadores más incisivos del cuadro visitante.

Finalmente, el marcador no se movió y el Hércules B celebró su ascenso a Tercera División quince años después de su última participación en el fútbol nacional.