Jornada propicia para sumar los tres puntos para el Villarreal. Los groguets arrancaban el encuentro conociendo los pinchazos de Atlético de Madrid, Sevilla, Valencia y Real Sociedad, por lo que un triunfo hoy ante el colista podía erigirles como los grandes vencedores de la jornada hasta el momento. Pero no fue así, y como la mayoría de equipos que pugnan por Europa, han concedido la derrota. Esta vez, ante el Espanyol por 1-2.
Pero el primer varapalo para el conjunto de Javi Calleja llegó bien pronto. Apenas habían transcurrido seis minutos cuando el Espanyol anotó el 0-1, obra de David López, quien aprovechó la peinada de Naldo para batir a Sergio Asenjo y hacer estallar de euforia a la numerosa afición del Espanyol, que llenó la grada visitante del Estadio de la Cerámica e hizo del ambiente como si fuera Cornellà.
Fueron los visitantes quienes gozaron de mayor peligro en sus respectivos acercamientos, pese a que fuera el Villarreal quien manejara la batuta del partido mediante la posesión. Destacó Raúl de Tomás, quien puso el «¡uy!» en la despoblada grada de La Cerámica. El inicio fulgurante de los ‘pericos’ contrasta con el de unos groguets que anduvieron dubitativos en el inicio del partido, pero que poco a poco fueron capaces de enlazar jugadas combinativas por mediación de Cazorla, pero sin recompensa.
Tras el descanso, el Espanyol volvió a salir mordiendo y, de nuevo, obtuvo recompensa poco después del pitido inicial. En el 47′, Calleri recibió un balón en banda derecha y le surtió un magnífico centro a Raúl de Tomás, quien no perdonó ante un Asenjo batido para, de nuevo, hacer estallar de júbilo a los aficionados del Espanyol, que entonaban de nuevo el «sí se puede». Aun así, el Villarreal no se iba a rendir y, en el 62′ un disparo de Moi Gómez pegó en la mano de un Javi López que cometería penalti y vería la segunda tarjeta amarilla. La pena máxima, lanzada por Cazorla, se convertiría en el 1-2 que dio alas a los de Calleja para la posible remontada.
El cuadro local gozó de grandes oportunidades para poner la igualada en el marcador, presionando de forma clara a un Espanyol que, con uno menos y conociendo su posición clasificatoria, debía defender el 1-2 con todo para poder salir de La Cerámica con los tres puntos. Bacca, Ontiveros y Cazorla fueron los máximos estandartes en el ataque groguet en el tramo final del encuentro. El asturiano, incluso, gozó de un disparo al travesaño en el minuto 84. Pero nada parecía de cara hoy y, finalmente, el Villarreal deja escapar los tres puntos dirección Barcelona.