Agustín Mossi, natural de Ribarroja, afronta una nueva temporada al mando de las operaciones en la escuela del EMFB Dénia. Su vida siempre se ha enrolado al mundo del balompié y se curtió en el césped defendiendo los colores de clubes de la Marina a nivel amateur. Atlético Dénia, Dénia, Ondara, Jávea y Benissa han sido los equipos por los que transitó. El pistoletazo de salida de esta escuela se ha dado con 430 niños: 4 Cadetes, 4 Infantiles, 6 Alevines, 6 Benjamines, 4 Prebenjamines y 3 Querubines. Un total de 27 equipos.
El director de la escuela dianense no es nuevo en la casa. «Ya pasé aquí una etapa de cinco años y ahora, si todo marcha bien, estaré mínino hasta el 2019», indicó. No sufre en sus carnes la presión como sucede en otras escuelas de relumbrón. Sin embargo, Agustín busca el equilibrio y la satisfacción de todo los integrantes. Por ello, se asegura al máximo que los chavales gocen de protagonismo en los partidos: «Obligamos a que los técnicos pongan a los jugadores un número mínimo de minutos. No permitimos que se queden niños sin jugar. Eso sí, siempre que entrenen y tengan buena conducta». A continuación, Agustín desgranó la receta que utiliza para cada equipo: «En Infantiles y Cadetes, cada chaval tiene que jugar 20 minutos. En alevines, de 12 a 15 en cada parte y Benjamines 10 minutos cada parte».
«Según el equipo, el nivel de exigencia es mayor o menor»
El estilo importa, pero al resultado se le resta importancia. Al menos en los equipos de fútbol-8. Esta suele ser la filosofía de las escuelas. En Dénia no todos los equipos tienen objetivos comunes, pero se identifican por la manera de jugar. «Trabajamos por conceptos. Por ejemplo, insistimos en que los chavales saquen bien el balón desde atrás y elaboren la jugada», resaltó. Agustín afirmó que «según el equipo, el nivel de exigencia es mayor o menor». «A los A B y C se les exige más. En cambio, en los E y F no miramos el resultado e intentamos que compitan dentro de sus posibilidades», incidió.
«El que entra en Querubín, llega a Cadete»
La facilidad de progresión es un aval con el que cuenta la escuela, consciente de que cada verano hace frente a la marcha de chavales. Ahí están los ejemplos de Sergi y Gonzalo Pastor. Dos Benjamines de segundo año que se los llevó el Valencia. Otros también se fueron a la escuela del Alzira, Valencia, Levante y Kelme. Sin embargo, no se vuelven locos. «Aquí el funcionamiento es parecido al de un colegio. No podemos cortar la progresión a los chavales que destacan. Eso sí, aquí el que entra en Querubines, suele llegar a Cadete. La cuota de abandono es muy reducida», remarcó.
«La categoría Preferente es un acierto»
Por otro lado, Agustín respalda la nueva categoría que ha implantado la Federación para el presente ejercicio. En ella competirán el Cadete A y el Infantil A. «Se tenía que haber hecho antes, dado que el salto de Primera Regional a Autonómica era demasiado grande. La categoría es un acierto. El rendimiento de nuestros equipos es una incógnita y tampoco conocemos el nivel de los rivales», afirmó. Además, al Cadete A se le libera de presión. «No nos exigen el ascenso, pero a algunos padres sí les gustaría. Siempre se escucha algo, pero nosotros estamos contentos con el equipo que hay», resaltó.
«Existe buena relación con el CD Dénia»
El CD y la escuela se separaron hace mucho tiempo. No por ello se llevan mal. «La relación es buena. Por ejemplo, el preparador físico de los infantiles va con el Juvenil y el primer equipo. Mantengo buena relación con el coordinador de Juveniles. Siempre están los típicos roces, pero en líneas generales bien», dijo Agustín.
«Nos piden un femenino»
Para terminar, la formación de un equipo formado por chicas aparece en el horizonte. Una cuestión de tiempo que se haga realidad. «Es una demanda que debemos satisfacer. Nos lo están pidiendo. Este año tenemos una chica que juega en el Infantil C de titular y tres en Benjamines. La idea es mover esto para principios de año», puntualizó.