Miguel Ros, arranca su tercera temporada a los mandos del Albuixech. Su labor de entrenador del Juvenil la compagina con la de director deportivo de la escuela. 16 años de periplo en el Foios dan para mucho y le han convertido en un referente dentro del fútbol regional.También pasó por Alboraya, donde dirigió a varios equipos. Ahora, asume un rol importante en la entidad de L’Horta Nord. 5 escuadras más el Amateur componen el armazón de la escuela.
La competitividad en la zona es dura. El Puig, Alboraya, Massamagrell o La Creu se nutren de más jugadores, pero para Miguel «el Albuixech es una escuela que progresa desde la humildad». Actualmente, 90 jugadores se reparten entre un Prebenjamín, un Benjamín, un Alevín, un Infantil y un Juvenil. Y, además, el Amateur. El fútbol-8 se cuida con unos fines específicos. «Los entrenamientos son con balón y los chavales han de resolver situaciones prácticas que se den en los partidos. El futbolista tiene que pensar y no priorizar en el resultado. Ganar a cualquier precio no vale».
“No tener cadete es un hándicap y esperamos crearlo”
Miguel Ros es consciente de que un Cadete es importante. Esta temporada se intentó crear. En cualquier caso, los diferentes equipos que componen la escuela funcionan. Respecto a su Juvenil, el director de la escuela afirma que «mantener la categoría es el objetivo tras el ascenso de la temporada pasada». Por su parte, el Infantil marca la pauta. «Son un equipo conjuntado desde hace tres años y van primeros sin perder ningún partido. Llevan una dinámica muy buena y con jugadores de nivel», remarcó.
“Es una pena que jugadores de aquí se vayan a otras escuelas”
El director de la escuela se vacía para que la competitividad de los equipos sea óptima. La zona requiere exigencia. Alboraya, Massamagrell, El Puig, Puzol o La Creu abarcan mayor número de chavales. A esta última han llegado algunos futbolistas de Albuixech. “Es una pena que jugadores de aquí se vayan a otras escuelas. Y más para jugar en un equipo de la misma categoría que aquí. Es algo que asumimos.”, indicó Miguel Ros. En cualquier caso, Miguel considera óptimo el rendimiento deportivo de todos los conjuntos.
“Los padres quieren ver a sus hijos en categorías superiores”
Miguel tiene claro que los equipos, y más en fútbol-8, han de jugar “sin mirar el resultado”. “Lo primordial es que se formen como futbolistas y como personas. Existen unos valores como el compañerismo, respeto, sacrificio y humildad que los nanos han de aprender”, señaló. Además, el director de la escuela es consciente de que algunas veces la presión extra viene desde la grada. “Los padres quieren ver a sus hijos en categorías superiores, pero eso no siempre es posible. Además, hay que entender la competencia existente en nuestra zona”, resaltó. Finalmente, Ros suspira por la salvación del Amateur. “El otro día ante el Alboraya tuvieron ocasiones y merecieron ganar. Esperemos que se salven, dado que uno de nuestros objetivos consiste en que jugadores del juvenil suban al primer equipo y conozcan así la Preferente”, concluyó.