Como si fuera su primer día de trabajo. El crecimiento y la consolidación de la escuela del Alboraya lleva un gran trabajo. La mano de José Vicente Hurtado resulta determinante. Su legado ya dura 20 años y queda cuerda para rato. Los distintos equipos rojillos compiten al máximo, luchan por cotas altas y ganan premios en los torneos a los que acuden. El director de la escuela cuida todo tipo de detalles para que los logros que tanto han costado conseguir no se detengan. El listón está alto y la idea es que no baje. Por ello, de nada le falta a los chavales. Un cuadro técnico que supera el centenar de personas y cinco fisioterapeutas titulados demuestran la profesionalidad con la que trabaja el club.
La temporada marcha bajo los parámetros previstos. Este puede ser el año en el que el Juvenil A ascienda a División de Honor. “Hay buenos mimbres con un porcentaje alto de jugadores de la casa, pero los nuevos también suman”, indicó José Vicente. Además, el ‘B’ pelea por promocionar a Liga Nacional y los otros asoman hacia la categoría Preferente. No solo los juveniles brillan. La escuela es una potencia a todos los niveles y en fútbol-8. “Somos de las escuelas más potentes en fútbol base, con todos peleando por objetivos importantes. Tenemos al Cadete y al Infantil 14 temporadas seguidas en Liga Autonómica. Un hecho que no todos los clubes profesionales pueden decir”, resaltó Hurtado.
“Falta un poco de reconocimiento a los logros conseguidos por esta escuela”
El director del organigrama deportivo reconoció el nivel del Alboraya: “La escuela está en un grupo de élite, junto a las más potentes de Valencia y eso es de valorar. Nos consolidamos siendo un club humilde y perteneciente a una localidad de 22.000 habitantes». Además, en la entidad existen fechas memorables. La consecución del campeonato de España en Cornellà por el Alevín en aquella final contra el Sevilla queda para el recuerdo. Un galardón que supuso al Alboraya tener representación en el campeonato del mundo disputado en el Bernabéu. La final del prestigioso MIC jugada por el Cadete A frente al Aspire Football Dreams y la consecución del COTIF Gandia ante el Betis también proporcionaron una gran dosis de reputación que todavía se mantiene. “Estos logros no son fáciles de conseguir. Falta un poco de reconocimiento a lo que hace esta escuela. En el Alboraya he vivido unas experiencias que ni soñaba”, dijo Hurtado.
“Este club siempre permite crecer al futbolista”
El Alboraya es una factoría de talentos. La calidad se aglutina cada fin de semana. No hay temporada que no se hable de la marcha de un jugador a un Valencia, Villarreal o a otro club nacional. Hurtado considera que ha llegado un momento en que “esto ya ni resulta novedoso”. “Un año más, aportamos jugadores a la selección valenciana y a otros clubes. Yo sigo valorando este hecho, que parece perder un poco de importancia”, indicó. Para el director de la escuela, “en el Alboroya siempre se ayuda a crecer al jugador”. “Año tras año hay salidas, pero hacemos trabajo extra para seguir sacando buenos futbolistas”, puntualizó.
“El presupuesto del primer equipo no va a desestabilizar a la escuela”
El Amateur milita actualmente en el grupo I de Regional Preferente. La clasificación dictamina que la pelea por eludir el descenso será dura. Y en ella se encuentra inmerso el conjunto rojillo, que necesita puntos como agua de mayo. Hurtado ve más contras que pros a meterle un objetivo alto al primer equipo. “Aquí se ha hablado a veces sobre la posibilidad de buscar una promoción a Tercera, pero es algo que puede llegar a ser contraproducente. El presupuesto del primer equipo no va a desestabilizar a la escuela”, recalcó. Al actual Alboraya lo define “como un equipo joven con buenos futbolistas”.
“Me veo con fuerzas para seguir y vivir buenos momentos”
Hurtado acumula 20 años en la entidad y su fin de ciclo no existe. Más bien, al contrario. “Me veo con fuerzas para seguir y vivir buenos momentos, como el de ver en Inglaterra una final de Copa con un jugador como Carlos Pomares que pasó por el Alboraya”, señaló. Y es que, el club tiene un caché nacional e internacional. Pomares y Álex Cortell marcaron el camino, pero no se pueden pasar por alto nombres como el de Alberto Gil (ahora en el Mestalla) o Nando (actual jugador del Oviedo) que también salieron de la fábrica rojilla.