La deportividad está por encima de todo en el fútbol base. Los entrenadores también deben ser educadores y más allá de ganar o perder un partido está la enseñanza y los valores. Eso mismo es lo que entiende Pepe Vila, el entrenador del Benjamín B del CF Cracks, y al que se ha sumado otro equipo, el Prebenjamín del Almussafes CF B.
El resultado fue lo de menos en un gran gesto de deportividad
Los prebenjamines de primer año del Almussafes CF B y del CD Rafelguaraf A se daban cita en el césped del Municipal de Almussafes para disputar la jornada 23 del campeonato liguero. El conjunto visitante solamente se presentó con seis jugadores al partido, por lo que el entrenador del Almussafes B, Joan Orejudo, en conjunto con el Director de la escuela del Almussafes CF, Ximo Garrido, hicieron muestra de su juego limpio y alinearon a dos jugadores menos para jugar el encuentro en igualdad de condiciones.
Desde el Almussafes afirman que fue una decisión que no terminó de gustar a algunos padres, ya que tenían una gran oportunidad de ganar un partido cuando no es lo habitual. Pero tras reunir a todos ellos y comunicarles la decisión y los motivos, alegando que «lo que no nos gusta que nos hagan no se lo haremos a ellos«, entraron en razón. Además, Garrido afirma: «Desde el fútbol base del Almussafes CF estos son los valores que intentamos inculcar a los jugadores y jugadoras».
Los valores son lo primero
Tras comunicar la decisión tomada por la dirección deportiva y por el entrenador, los padres recibieron de buena gana la decisión, considerándolo como buen ejemplo deportivo, como hiciera también el propio CD Rafelguaraf, que tras terminar el partido dio la enhorabuena y mostró gratitud sobre el gesto protagonizado por el Almussafes CF.
Gestos como estos eran poco comunes en el fútbol base, pero cada vez son más los entrenadores y técnicos que abogan por el juego limpio y la deportividad por encima de los resultados. Desde el Almussafes CF comentan que se ha dado la situación en la que disputaron algún encuentro en inferioridad numérica y el equipo contrario aprovechó para llevarse una cómoda victoria. Por tanto, gestos de este calibre son necesarios para inculcar los valores inherentes al fútbol base y ver crecer a los jugadores y jugadoras como personas.
