Los adultos tienen aún muchísimas cosas que aprender de los niños. Sevilla FC y Málaga CF se enfrentaron en la tarde de ayer en un choque aplazado de la División de Honor cadete cuando, al comienzo de la segunda parte, se produjo un acto que nos hace recuperar la fe en los verdaderos valores del deporte.
Los malaguistas, que lideran la categoría, visitaban al Sevilla en un duelo clave para seguir sacando ventaja a sus perseguidores. Tras un saque de esquina botado por los blanquiazules, el jugador sevillista Antonio Soriano quedó tumbado en el área tras un encontronazo. La continuación de la jugada acabó con el gol de Cordero para los visitantes, que se adelantaban en el marcador nada más comenzar la segunda mitad.
⚽️ Gran gesto de #FairPlay del @MalagaCF en el partido de ayer ante el #SevillaFCCadA. Después de marcar el 0-1 con un jugador sevillista lesionado, permitió la igualada tras el saque de centro. El partido acabó 1-1. 👏👏#Valores #CanteraSevillaFC pic.twitter.com/L5FAz6VOLA
— Sevilla Atlético y Cantera Sevilla FC (@CanteraSFC) February 10, 2022
Pero por encima de los resultados, están los valores. Los malaguistas no se dieron cuenta de que el jugador sevillista estaba tumbado sobre el verde y fue entonces cuando apareció la figura de Iñaki Goitia. El ex guardameta, ahora entrenador del Cadete ‘A’ malaguista, ordenó a los suyos dejarse el gol tras haber anotado con un futbolista sobre el terreno de juego.
Dicho y hecho. Los malaguistas se quedaron parados tras el saque de centro e Iker Villar igualó para los nervionenses ante los aplausos de los aficionados. El banquillo malaguista recibió de inmediato la tarjeta verde, con la que la RFAF premia el juego limpio. El choque terminó en empate pero fue lo de menos, porque ayer ganó el fútbol.