Al CDA Navalcarnero le tocará esta temporada vivir una etapa de transición. Tras dos cursos estupendos donde rozaron el ascenso a Primera Federación, el humilde equipo madrileño ha visto como dos de los grandes estandartes del club se han marchado al Sanse, por lo que se ven obligados a reinventarse en este mercado estival.
en esta ventana de fichajes se han puesto las botas para confeccionar una gran plantilla
Las bajas de Pablo Álvarez (entrenador) y Alberto Lozano (director deportivo) son realmente significativas para el equipo, pues ambos estaban rayando la excelencia en sus cargos correspondientes. Sin embargo, en el CDA Navalcarnero tienen claro que no es tiempo de lamentaciones, por lo que en esta ventana de fichajes se han puesto las botas para confeccionar una gran plantilla.
La última pieza del engranaje en llegar ha sido Luis Aguado. El joven lateral nacido en el año 2000 llega procedente del CP Cacereño, donde esta campaña ha disputado el playoff de ascenso a Primera Federación. El club extremeño cayó en la final frente al RC Recreativo de Huelva, pero previamente consiguió eliminar al Valencia Mestalla en una eliminatoria muy emocionante.
El futbolista ha dejado una bonita huella en su equipo anterior, pero ha decidido cambiar de aires y se marcha a un equipo de su mismo grupo, por lo que este año volverán a enfrentarse dos veces. Para el Navalcarnero este fichaje supone reforzar el lateral con un jugador experimentado en la categoría y que el curso pasado sumó cerca de 3.000 minutos.
Su nueva afición ya le ha recibido con los brazos abiertos y el club también le ha dado una calurosa bienvenida. Ahora, Aguado debe responder a toda esta confianza con rendimiento sobre el terreno de juego. La presión en el ‘Naval’ es inmensa porque vienen de dos años seguidos clasificando al playoff de ascenso, sin embargo, esta temporada todo indica que será un poco más complicado.