El Club Haro Deportivo se ha despedido este domingo de su afición, tras empatar frente al Barakaldo CF (1-1). El partido era lo de menos, pues ambos conjuntos llegaban descendidos a Tercera RFEF (quinto nivel del fútbol español). Un horror de temporada que pone fin a dos años de estancia en la categoría de bronce.
FIN DE UNA ETAPA DORADA
Verano de 2019, los jarreros eliminaban al Zamora CF y lograban el ascenso a Segunda División B por todo lo alto. Lleno histórico y fiesta mayúscula en el decano del fútbol riojano. La primera temporada, miel sobre hojuelas. Los chicos de Aitor Calle lograron una permanencia meritoria, sin pasar apuros y con una identidad y sensaciones muy claras. Así estaba siendo hasta que llegó el parón por el coronavirus, partido copero con Osasuna incluido.
Y es que el cambio de formato sentó muy mal a los riojalteños. Con grandes problemas económicos (impagos, aunque solventados), los blanquinegros comenzaron su andadura en la última edición de la Segunda B. Las cosas muy pronto se torcieron, no llegaban las victorias y se vieron condenados a tener que luchar por la permanencia.
Con todo en contra y un brote de coronavirus, el Haro trató de levantarse y encadenó cinco encuentros sin perder (once puntos de quince). Pero la rémora era demasiada y no pudo ser. Una inesperada derrota en el campo de la SD Leioa (2-1), acompañada de un triunfo del CD Izarra en campo del Club Portugalete (0-1).

Lo que se venía barruntando hace jornadas, se confirmó. Solo queda levantarse y competir lo máximo posible la próxima temporada.