Copa del Rey (octavos).- Villarreal CF, 2; Real Madrid, 3.
El Real Madrid logró la clasificación para los cuartos de final de la Copa del Rey en Vila-real en un encuentro con dos partes muy diferentes. En la primera los amarillos bailaron al cuadro blanco, al que golpearon pronto con un gol de Capoue, ventaja que duplicaron con otra diana de Chukwueze. Los groguets merecieron una ventaja mayor, se la trabajaron, pero cuando delante tienes a un rival de esta entidad y le perdonas la vida lo terminas pagando, máxime con un arbitraje tan permisivo como el de Gil Manzado. En la segunda parte, las lesiones de Albiol y Foyth, los cambios de Ancelotti con la entrada de Ceballos y Asensio, y el tanto de Vinicius pusieron en un aprieto al Submarino. Militao empató la contienda y, en la recta final, Ceballos evitó la eliminación madridista.
Quique Setién realizó seis variaciones en relación al último duelo disputado el pasado viernes en Vigo, donde firmó tablas (1-1), con el regreso a la titularidad de Albiol, Alberto Moreno, Capoue, Baena y Yeremy Pino, amén de la sorpresa de Jorgensen. Así, el Submarino salió con un 1-4-3-3, con Jorgensen bajo palos; Foyth en el lateral derecho, Alberto Moreno en el perfil zurdo de la defensa, y Pau Torres y Albiol en el eje de la zaga. Capoue, Parejo y Baena completaron el centro del campo; por delante la zona ofensiva la protagonizaron Chukwueze, Yeremy Pino y Gerard Moreno. Por su parte, el cuadro de Ancelotti, que venía de perder la Supercopa de España ante el Barcelona y también de sucumbir en La Cerámica en su último compromiso de liga, acudía con diversas bajas de notable importancia por lesión, como Alaba, Carvajal, Tchouameni y Lucas Vázquez, amén de la de Modric por decisión técnica. Así, el técnico italiano formó con un 1-4-3-3, con Courtois bajo palos; Nacho, Militao, Rudiger y Mendy en línea defensiva; Camavinga, Kroos y Fede Valverde en la media; y Rodrygo, Vinicius y Benzema en la parcela atacante.
El partido no pudo comenzar mejor para el Villarreal, que a los cuatro minutos sorprendía al Real Madrid. Un saque de banda lo descargaba Gerard Moreno, siempre Gerard Moreno, para un Capoue que embocó a gol con un durísimo disparo cruzado. Lo gozaba la parroquia amarilla ante un rival que veía como tenía que remar desde el principio. Los blancos trataron de reaccionar con rapidez, especialmente con un Rodrygo activo, pero fue Fede Valverde quien recibió un pase de Mendy antes de generar la primera ocasión visitante, pero el chut del charrúa se fue alto. El equipo de Quique Setién continuaba serio y cómodo sobre el terreno de juego, y pudo marcar el segundo en una gran combinación que comenzó Baena en el centro del campo, y terminó con una pared entre Yeremy Pino y Capoue tras la que el canario tiró a la derecha de la puerta de Courtois.
Se divertía La Cerámica, solo el colegiado Gil Manzano, con alguna discutible decisión, era capaz de cambiar el estado de ánimo de los groguets, eso sí, por poco espacio de tiempo. Y es que su equipo estaba superando al campeón de Europa, que pudo encajar el segundo en un remate de Baena que taponó Fede Valverde en el momento justo. Chukwueze, de lo mejorcito de los locales, bailaba literalmente sobre Rudiger, Parejo controlaba el tempo del duelo en el centro del campo y Baena era un dolor de muelas cada vez que aparecía. A todo esto los de Ancelotti apenas eran capaces de probar a Jorgensen, que debutaba en partido de Copa del Rey con el primer equipo amarillo, no fue hasta el minuto 34 del primer acto cuando Mendy, con un tiro desde fuera del área, obligó a intervenir al cancerbero sueco.
Más clara fue la que tuvo Rodrygo, en un disparo centrado que sacó bajo palos Pau Torres, punto de inflexión, el gol hubiera cambiado el partido, y también la justicia, en este caso cruel, para los amarillos. Pero pese a estas acciones ofensivas de los madridistas, el Villarreal continuaba jugando con seguridad y confianza. Militao sacó un balón con marchamo de gol de Pino a Baena. Y antes del descanso llegó el 2-0, lo había buscado el cuadro groguet. Una asistencia magistral de Gerard Moreno, que no la desaprovechó Chukwueze, todo mientras la defensa blanca miraba la jugada, el nigeriano le coló por arriba el cuero a Courtois para provocar el estallido de júbilo en La Cerámica. Y pudo llegar el tercero, en un tiro lejano de Alberto Moreno que el meta belga sacó de forma providencial. El Villarreal estaba arrollando a un Madrid perdido.
Pero todo cambio en la segunda parte. En el descanso se quedó en el vestuario Albiol, lesionado, y entró por él Cuenca, y nada más comenzar el choque se tuvo que retirar lesionado Foyth, relevado por Mandi. El planteamiento de Setién en el segundo acto fue más conservador, esperar al rival, que estaba necesitado y obligado a proponer, y salir a la contra para matar el encuentro. La situación era compleja para los blancos, en cuyas filas entraron Ceballos y Asensio por Kroos y Rodrygo, doble sustitución providencial. Y en este contexto llegó el gol de la esperanza para la escuadra de Ancelotti, que en una jugada coral, entre Benzema, Camavinga y Ceballos, este terminó sirviendo un balón de oro a un Vinicius que, libre de marca, batió a Jorgensen por abajo con un tiro cruzado.
El gol y las lesiones cambiaron el partido. El Villarreal cada vez estaba más agazapado atrás ante un Madrid al alza. Setién decidió meter piernas frescas introduciendo a Morales por Yeremy Pino, cambio natural. Pero los groguets cada vez llegaban menos a la portería visitante, mientras que cada incursión madridista en campo contrario cortaba la respiración del coliseo amarillo. Y en el ecuador del segundo acto Ceballos colocaba un centro al segundo palo que remató Benzema, Jorgensen rechazó el cuero y Militao, muy atento, embocó el esférico a bocajarro. El partido comenzaba de nuevo pero en un contexto muy diferente al primer acto tiempo.
A la recta final llegó mejor el Real Madrid, aunque el Villarreal buscó estirarse en alguna que otra acción protagonizada por Morales, y en una de ellas Militao le derribó en el interior del área, penalti que se comió Gil Manzano. Sin embargo, entrañaban más respeto las posesiones ofensivas de los madrileños, que en las postrimerías terminaron consumando la remontada. Una jugada que inició Vinicius, cediendo el cuero a Asensio, que en la línea de fondo asistió a Ceballos, el andaluz, desde el corazón del área, se sacó un disparo ajustado al palo para marcar el 2-3. Y poco después, sin ofrecer capacidad a la reacción, Benzema pudo sentenciar en una jugada que salvó Jorgensen. Tras el 2-3 los discípulos de Quique Setién apenas crearon peligro para poder igualar la contienda.
El Real Madrid estará este viernes (13.00 horas) en el sorteo de la eliminatoria de cuartos de final de la Copa del Rey, que se celebrará en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, esta instancia se disputará la próxima semana. El Submarino, que se despide de la Copa, deberá recibir en La Cerámica al Girona este domingo (14.00 horas), por su parte, el conjunto blanco se desplazará hasta San Mamés, donde enfrentará al Athletic Club también el domingo (21.00 horas).
Ficha técnica:
Villarreal CF: Jorgensen; Foyth (Mandi, min. 52), Pau, Albiol (Cuenca, min. 46), Alberto Moreno; Capoue, Parejo, Baena; Chukwueze, Yeremy Pino (Morales, min. 68) y Gerard Moreno.
Real Madrid: Courtois: Nacho, Militao, Rudiger, Mendy; Kroos (Ceballos, min. 56), Camavinga, Valverde, Rodrygo (Asensio, min. 56), Vinicius y Benzema.
Goles: 1-0. Min. 4: Capoue. 2-0. Min. 42: Chukwueze. 2-1. Min. 57: Vinicius. 2-2. Min. 69: Militao. 2-3. Min. 86: Ceballos.
Árbitro: Jesús Gil Manzano (Colegio Extremeño). Amonestó a los jugadores del Villarreal Capoue (7’), Pepe Reina (80’), Baena (85’), Pau Torres (89’) y Parejo (95’); así como a los futbolistas del Real Madrid Camavinga (36’), Fede Valverde (72’), Vinicius (90’) y Rudiger (93’).
Estadio: Estadio de la Cerámica (Vila-real). Entrada, 20.124 espectadores.
Incidencias: Partido correspondiente a la ronda de octavos de final de la Copa del Rey. Temperatura, 12ºC.
