Noche de grandes. Noche de fútbol vetusto con aromas modernos. Partido de los compartidos por muchos generaciones atrás y el cual el paso de los años no le ha restado ni una pizca de emoción, de vistosidad. De hecho, ha añadido el peso de la historia. Algo que borra dinámicas y aisla en 90 minutos a Valencia CF y Athletic Club. Los cuartos de final de Copa del Rey, última ronda a partido único antes de la final, iba a deparar un choque de titanes con ganas de redención por parte de ambos, aunque con distintas visiones. Los de Gattuso, redimirse de los malos resultados ligueros; los de Valverde, con sed de venganza por lo acontecido en las semifinales del curso pasado.
El ambiente de noche grande se palpaba allá donde pisabas. Cada aledaño evocaba a ilusión. Pero todo comenzó a arruinarse conforme pasaban los minutos, el Valencia no construía buenas jugadas desde atrás y la afición se impacientaba. Mucho. Muchísimo. Hasta el punto de silbar efusivamente a sus jugadores cuando trataban de salir con el balón controlado desde atrás. El resultado, de 1-3 al término de los 90 minutos, hizo el resto.
Hubo que esperar 20 minutos para que el encuentro diese algo de sí. Casi media hora de poca presencia en áreas, de cortocircuitos en las acciones de pase de los valencianistas a raíz de una medular que no funcionaba; y con el Athletic con pocas ideas para pasar la medular. Eso sí, cuando pisaban tres cuartos de campo, las sensaciones cambiaban. Berenguer y los Williams se sentían entonados ante Diakhaby y Cömert, muy fríos y con malas sensaciones en toda la primera parte. La primera oportunidad reseñable cayó en el 19′, cuando Muniain no conseguía rematar de forma efectiva el balón y ponía el susto en la afición local.
el valencia se empecinó en salir con el balón jugado y su afición se lo recriminó
Los de Gattuso se mantenían fieles a su estilo y, por un momento, parecían mejorar en prestaciones. Aunque ni Lino, ni Cavani ni Castillejo se mostraron especialmente peligrosos. Encarando la recta final de la primera parte, Valencia y Athletic Club nos deleitaron con una montaña rusa de emociones que a las aficiones poco les debió gustar. Mucho menos en Mestalla, seguro. Corría el minuto 34 cuando el Athletic Club conseguía el tanto que había merecido durante momentos antes. Ander Herrera servía un buen pase bombeado desde la frontal para Iñaki Williams y éste, actuando de boya, se la servía en bandeja de plata para que Muniain fusilara a Mamardashvili. Los nervios ya se habían convertido en rabia en el graderío. Los silbidos con cada salida de balón desde atrás eran notables. Pero ello no les impidió buscar el gol… y encontrarlo. En el 43′, un actor inesperado como es Diakhaby, recibía un pase de Castillejo y el central francés -descolgado tras una acción ofensiva previa- corrió hacia el área. Se marchó del zaguero athleticzale con un genial autopase y filtró un centro que el propio De Marcos acabaría introduciéndose en propia.
Pero el primer tiempo iba a contar con otro giro de guion. Solo un minuto después, el Valencia demostró sus carencias defensivas y Foulquier se dejó un balón que aprovechó Berenguer para encarar e introducirse en el área. El ‘7’ del Athletic encontró a Iñaki y éste, calcando la acción del 0-1, se la sirvió cual boya a su hermano para que batiera a un indefenso Mamardashvili. De nuevo por delante, de nuevo silbidos. Los 22 jugadores marcharon a vestuarios con todo por decidir y con sensaciones dispares.
Lavado de cara del Valencia hasta el 1-3
La segunda parte arrancó con el cambio de Cenk por Diakhaby en el Valencia CF pese a que podía aparentar que Gattuso buscaba otra tendencia en la medular. Por ello, los diez primeros minutos de la segunda mitad marcharon con el mismo guion. Eso sí, con el central turco ofreciendo una cara distinta. Los bilbaínos, por su parte, seguían gozando de especial peligro cuando los cuatro de delante cogían el balón con espacio. Muniain en el 63′ anduvo muy cerca de anotar un golazo, incluso.
En torno al 55′, la introducción de futbolistas como Hugo Duro y André Almeida le cambiaron la cara al Valencia. El Athletic se veía sorprendido con presión tras pérdida y una presencia en campo propio que no se había visto en el primer tiempo. Mayor posesión, mayor dominio, mayor intensidad y mayor apoyo desde la grada, que incluso aplaudía cuando Mamardashvili mandaba a los centrales adelante para ponerla en largo.
el 1-3 desdibujó definitivamente al valencia
Pero el encuentro cambió de guion en el 70′. Cenk, enfurecido de más por su pérdida, acudió a recuperar un balón peligroso en posesión de Nico Williams. Por delante se llevó la pierna del internacional español. Tras la revisión de VAR pertinente, Del Cerro Grande señaló la pena máxima y Vesga anotó el 1-3.
A partir de este momento, el Valencia y el Athletic Club acordaron un tratado de paz virtual. Los locales, básicamente, porque no les llegaba. Los visitantes, porque no tenían necesidad de buscar el cuarto. Quedarse atrás y buscar alguna contra con los Williams delante podía servirles hasta el pitido final. Y así fue. Apenas hubo que reseñar oportunidades en un encuentro vacío de sentido y que sirvió, además, para que la hinchada mostrase todo el enfado y hastío que en sí llevaba arrastrando. Tanto en la temporada como desde la llegada de Meriton a Mestalla.
Ficha técnica
Valencia CF (1): Mamardashvili; Gayà, Diakhaby, Cömert (46′, Diakhaby), Foulquier; Guillamón (75′, Marcos André), Ilaix Moriba, Yunus Musah (56′, André Almeida); Samu Lino, Samu Castillejo (56′, Hugo Duro), Cavani (56′, Fran Pérez).
Athletic Club (3): Agirrezabala; De Marcos, Yeray, Vivian, Yuri; Ander Herrera (78′, Dani García), Vesga, Berenguer, Muniain (78′, Sancet), Iñaki Williams (88′, Guruzeta); Nico Williams (94′, Raúl García).
Goles: 0-1, Muniain (34′); 1-1, De Marcos en propia puerta (43′); 1-2, Nico Williams (45′); 1-3, Vesga (73′).
Árbitro: Carlos del Cerro Grande amonestó por parte local a Diakhaby (27′), Yunus Musah (45′), Cömert (73′) e Ilaix Moriba (95′); y por parte visitante a Vivian (31′), Agirrezabala (77′) y Sancet (87′).
Incidencias: Partido correspondiente a los cuartos de final de Copa del Rey disputado en el Estadio de Mestalla (Valencia).