Medio millar de personas abarrotaron ayer la Casa de la Cultura de l’Alcúdia en el homenaje al seleccionador español saliente, Vicente Del Bosque. El Torneo Internacional de Fútbol Sub-20 que se celebra desde hace treinta y tres años quiso erigirlo como Presidente de Honor Vitalicio del COTIF, el único que ostenta el cargo. Carles Senso.
Era su reconocimiento a años de entrega a un campeonato al que asiste desde hace década. Una representación de cada una de las selecciones participantes y cientos de aficionados se concentraron desde primera hora de la mañana, con un Del Bosque especialmente receptivo. Su conferencia, sobre todo dirigida a los jugadores más jóvenes, será recordada durante años en el COTIF. Tras ella estuvo más de dos horas firmando libros y haciéndose fotos con los aficionados.
Del Bosque empezó su ponencia recordando aquellos primeros ochenta en los que asistió al campo de Els Arcs durante jornadas maratonianas como representante de la cantera del Real Madrid. Le sirvió para comparar aquel torneo con el que se juega actualmente, integrado hoy por algunas de las mejores selecciones del mundo. Sobre todo subliminalmente pero también sin las ataduras del cargo de seleccionador, el salmantino también quiso acallar algunas de las voces que en los últimos momentos de su trayectoria al frente de La Roja han realizado críticas, a su parecer, injustas. “Los malos años no han sido tan malos como dicen. De cuatro clasificaciones en las que hemos jugado 36 partidos, hemos ganado 33, empatado 2 y perdido 1 en el último minuto. Ni los deportistas de referencia a nivel mundial como Federev o Nadal ganan todos los partidos que disputan”.
Defendió su paso atrás “porque es lo mejor para la selección. Como decía mi padre deportivo Luis Molowny de vez en cuando hay que remover la tierra. Era el momento”. El seleccionador saliente criticó también “la intoxicación” que se realiza a menudo “creyendo que sólo vale ganar. Eso de que estamos obligados a ganar, en el deporte, suena muy mal”. Además, en un somero repaso de la Eurocopa, reflexionó sobre la inferioridad de España ante Italia y dijo que no hace falta “llorar para sentir el dolor de la derrota”. Sobre el futuro inmediato quiso dejar claro que él no ha tenido “nada que ver en la elección de Lopetegui. Todos los aspirantes a seleccionador tenían muchas cualidades. Michel, Camacho, Caparrós… todos son entrenadores completamente preparados”, opinó el salmantino. Sobre la nueva marcha de España arguyó que: “Se puede crecer desde la derrota. Nosotros cuando llegamos a la selección nos dijeron que era el peor momento porque se venía de ganar la Eurocopa pero nosotros aprovechamos una herencia magnífica y no borramos ni rastro del pasado. Aportamos nuestros conocimientos y creo que ahora le toca a Lopetegui gestionar una herencia en la que ni mucho menos todo es malo”.
Por último, invitó a los jugadores que van a disputar la presente edición a que lo hagan con el máximo nivel de exigencia “porque en las gradas hay multitud de ojeadores de los mejores equipos del mundo” y es una oportunidad en sus carreras deportivas.
El presidente del COTIF, Eliseu Gómez, ratificó la importancia de Del Bosque en la historia de la selección española e invitó a todos los equipos a luchar por la victoria en un torneo que será televisado en más de setenta países. Tras las comparecencias se le impuso una insignia de oro del COTIF a Del Bosque y el entrenador presentó el “Libro de las Estrellas”, el primer tomo de una enciclopedia en la que se recopilan los mejores jugadores que han pasado por el torneo alcudiano en su historia. Está escrito por Ximo Martínez, con prólogo del mismo Del Bosque.
