El presidente del COTIF, Eliseu Gómez, insiste prácticamente todos los años en que se va a organizar el mejor torneo de la historia en L’Alcúdia. Pero claro, ¿está en disponibilidad de decir lo contrario? En las últimas ediciones del campeonato ribereño (transformado ya en una compleja oferta de partidos en varias modalidades), el COTIF ha dado un salto sin precedente en la historia, convirtiéndose en un referente mundial. Carles Senso.
La edición que finalizó recientemente, sin embargo, ha sido la de la definitiva explosión. A la difusión mediática (con la llegada a decenas de países) le acompañó un impacto en las redes sociales que ha multiplicado el conocimiento sobre el COTIF prácticamente por diez. El torneo superó recientemente los 50.000 seguidores en la red social Facebook, con interacciones que llegan sobre todo del norte de África y de Suramérica, a parte de España, por supuesto. Y es que los equipos norteafricanos son amantes del fútbol español y sus poblaciones se dividen entre aficionados del Real Madrid y del Barcelona. Con ello, siguen de cerca el deporte rey que sale del estadio Els Arcs, fichando de cerca a las futuras (y presentes) estrellas balompédicas.
En Suramérica es otro cantar. Su afición por el esférico llega tan lejos como sus selecciones nacionales osen viajar y el fútbol se vive con pasión. Lo demostraron los aficionados argentinos en la final contra España, con una estruendosa hinchada que plantó cara (en los cánticos) a los miles de seguidores de la Rojilla. Muchos de los seguidores del Cotif en las redes sociales son de Venezuela, Costa Rica, México, Chile o Uruguay. El contenido mayoritariamente en castellano también ayuda. A nivel televisivo, el canal Teledeporte obtuvo los mejores registros del día con los partidos de España en el COTIF, pero a pesar de eso decidió no emitir en directo la final, lo que fue enormemente criticado porque dejó sin poder ver el partido definitivo a miles de aficionados. La semifinal entre España y Venezuela, por ejemplo, la vieron cerca de 200.000 personas. Eso en verano, cuando la cuota de pantalla cae en picado.
El salto cuantitativo en el estadio alcudiano en la presente edición fue sorprendente, incluso para el comité organizador. En la final entre España y Argentina se oyó constantemente la palabra “histórico”. Y es que el coliseo ribereño se quedó pequeño para acoger a los miles de aficionados llegados de todos los rincones del territorio valenciano. Los partidos previos habían sido premonitorios. Todos los partidos del combinado de Luis De la Fuente contaron con las gradas de Els Arcs llenas, con más de 6.000 personas, arrastrándose mucho público para los demás encuentros. El comité organizador se coaligó con el ayuntamiento de Andreu Salom para crear una nueva Grada Joven con más de 300 asientos de última generación, en un adelanto de la reforma que disfrutará el campo este próximo año para ampliar el aforo de cara a la edición de 2017.
En las finales el ambiente fue envidiable. La múltiple oferta televisiva ha vaciado los campos de todas las categorías durante las ligas regulares, incluso de la Primera División. Sin embargo, el COTIF sigue expandiéndose y cada vez asiste más gente. Ya en la final de las mujeres entre la selección de Venezuela y el Betis la asistencia de público superó las 6.000 personas, entrando muchas más para presenciar el España-Argentina que acabó con la épica victoria de La Rojita gracias a los tantos de Jordan, Joel Rodríguez (de Algemesí) y Buñuel.
Como todos los años, además, en las gradas del estadio alcudiano estuvieron en la presente edición ojeadores de clubes como FC Barcelona, Benfica, Sevilla, Osasuna, Anderlecht, Liverpool, PSG, Sampdoria, Valencia CF, PSV, Machester United, Ajax, Bayern 04 Leverkusen, Celta, Southampton, Friburgo o Watford. Ejemplos de la expectación creciente de un torneo que ha celebrado en 2016 la mejor edición de su historia. Lo dicen las cifras.
