Procedía del fútbol sala, donde compitió en alto rendimiento, en categorías de élite. Por circunstancias tuvo que dejarlo y entonces Nuria Salas (en la foto) se pasó al fútbol en divisiones regionales. Recaló en la presente campaña, con la liga ya empezada, en el Crevillente, donde lucha junto a sus compañeras y cuerpo técnico para que el conjunto alicantino logre permanecer otro año más en Liga Autonómica. Fotos: Crevillente CF.
Nuria Salas García (Elche) comenzó a jugar ya en el colegio, a fútbol sala, con los niños de su edad, hasta que en infantil ya no le permitieron jugar más con chicos y tuvo que buscarse un equipo femenino. La jugadora, que militó en categorías de élite en el fútbol sala, recapituló en esta entrevista sus anteriores etapas vividas: “Mi primer equipo femenino en el que competí fue el Bimilenari, en el que competía desde los 12 años en el primer equipo con las séniors, a pesar de haber un B. Con este club conseguí un ascenso a Segunda y a Primera División, donde me di mucho a conocer por lo joven que era, ya que incluso en la Selección Valenciana era la pequeña esos años. Después cambié al Femesala, el cual era el equipo con mejor palmarés del mundo. Allí estuve muchos años jugando en división de plata, hasta que me rompí el ligamento cruzado anterior con 18 años”.
Aquella lesión le marcó, si bien salió de la misma con la fortaleza necesaria para intentar superarse cada día, como así reconoce Nuria. “Fue una lesión dura, entre la operación y la recuperación, que fue muy dura, yendo a fisios por la mañana y ejercitando en el gimnasio de lunes a lunes durante seis meses, en total parada estuve un año. Y empecé a trotar. Mi recuperación fue estupenda, notas la rodilla al principio algo extraña, pero nunca temí volver a romperme, sabía que volvía fuerte a las pistas, y desde entonces así sigo”.
Nuria pasó del fútbol sala de divisiones de élite al fútbol de categorías regionales
Después de eso, recordó también Nuria Salas, “el Femesala hizo un convenio con el Elche CF, en el cual nos dijo que sí que nos querían a las chicas, pero que teníamos que comenzar de nuevo en provinciales. Así que así lo hicimos y en dos años ascendimos a Segunda y a Primera. Pienso que el club no pensaba que podríamos hacer tal cosa, porque cuando lo hicimos no se alegraron mucho. Finalmente, a los dos años, cuando el Elche descendió a Segunda B, a pesar de que el femenino éramos invictas en liga, decidieron que éramos las que sobrábamos en el club y las jugadoras nos enteramos por las redes sociales de que ya no teníamos equipo. Nos dispersamos todas, unas siguieron en fútbol sala, otras se dedicaron a su vida y trabajos, otras cambiamos de aires, un poco de todo”.
En el caso de Nuria, decidió dejarse el alto rendimiento, “a pesar de que tenía ofertas golosas para el año siguiente, decidí rechazarlas por mi vida, porque esto no nos daba de comer y la exigencia obviamente era máxima. Peso, entrenamientos, viajes, horas extras, alimentación… Decidí jugar en categorías inferiores y tomármelo como un ‘hobby’, ya que al fin era eso”, admitió la jugadora ilicitana.
“Ahora falta que los resultados nos acompañen más en el Crevillente, ya que no estamos teniendo suerte”
Entonces, al año siguiente fichó en el Bahía de Primera Regional, “donde mantuvimos la categoría en difíciles momentos” y este año llegó al Crevillente ya empezada la liga, “creo que mis compañeras habían jugado unos cinco partidos y estoy muy contenta aquí, hay buena gente y me tratan muy bien. Pienso que el femenino está siempre muy machacado y que lo mínimo que se puede hacer a las jugadoras al menos es tratarlas bien. No en todos los clubes se piensa en las jugadoras, normalmente se piensa en el club. Ahora falta que los resultados nos acompañen más, ya que no estamos teniendo suerte, nos empatan en los últimos minutos o nos ganan de uno, goles anulados en fueras de juegos inexistentes como el que me anularon hace dos semanas en Villarreal, pero bueno son cosas del fútbol y la suerte forma parte del mismo, nosotras tenemos que seguir trabajando para buscarla y que nos acompañe.
Suele jugar en el centro del campo, “me da igual qué banda, me defiendo bien por las dos. Aunque mi fuerte no sea la rapidez, intento subsanarlo con otras virtudes, manteniendo el balón, dando apoyo o metiendo últimos pases”, definió así Salas sus características sobre los terrenos de juego.
“Si cada día te exiges más en cada partido, notas más facilidad en tus movimientos y reacciones”
Para que el conjunto crevillentino pueda alcanzar la meta de la permanencia otro año más en Autonómica, Nuria Salas tiene muy asumido que eso solo se consigue “trabajando, trabajando y trabajando, la suerte juega en el deporte, pero si la buscas es más fácil. Mi padre, siendo pequeña, ya me enseñó un dicho que me repitió varias veces a lo largo de mi vida: ‘Entrena fuerte, juega tranquila’. Y así es, si cada día te exiges más en cada partido, notas más facilidad en tus movimientos y reacciones”, asegura la centrocampista del Crevillente.
Un equipo que afronta con ganas esta recta final de temporada en busca del objetivo, “estos partidos son los que no podemos perdonar y tenemos que salir a por todas, a confiar en que me llevo los rebotes y que cuando tire va a entrar. Ir a por todas, somos un equipo muy luchador y quien juegue contra nosotras tiene que saber que, aunque estemos de media tabla para abajo, tienen que correr y sudar la camiseta para enfrentarse a nosotras. Y si es un rival directo como el de esta semana y la próxima, tenemos que dejar claro desde el minuto 0 que vamos a por los 3 puntos y no pensamos soltarlos”, concluyó Nuria Salas.
“Somos un equipo muy luchador y quien juegue contra nosotras tiene que saber que tienen que correr y sudar la camiseta para enfrentarse a nosotras”
Tras la derrota por la mínima de este pasado sábado en el choque directo por la permanencia disputado en el feudo de Rafelbunyol, el Crevillente vuelve a caer a puestos de descenso, al ser superado por el propio Rafelbunyol y por el Rumbo, que también ganó el domingo. Antepenúltimo clasificado con 14 puntos (4V-2E-14D), al combinado crevillentino le aguardan por delante cinco finales en busca de la salvación. Para la venidera jornada habrá otro duelo directo y crucial, ya que las de Pepín recibirán en el Municipal Enrique Miralles al Rumbo, un equipo al que tienen ahora un punto por encima en la tabla de posiciones.
