Tras el anuncio de la RFEF de las fechas de inicio de la competición en las distintas categorías de ámbito nacional, han surgido algunas voces discordantes como la de la Asociación de Clubes de Fútbol Femenino.
La Real Federación Española de Fútbol sacó a la luz la fecha elegida para que empiece a rodar el balón es el 18 de octubre. Pero la ACFF ha emitido un comunicado exponiendo la postura de los clubes que se reunieron el pasado viernes en las Juntas de Primera y Segunda División.
La fecha elegida por la RFEF para que empiece a rodar el balón es el 18 de octubre
Comunicado de la ACFF
- Resulta del todo inadmisible que decisiones de tal calado hayan sido adoptadas sin contar con el parecer, por no decir el acuerdo, de los clubes participantes. De igual forma resulta ciertamente sorprendente la falta de interés que demuestra la RFEF en la tercera máxima competición del fútbol femenino estatal, la Primera Nacional, a cuyos Clubes ni tan siquiera ha reunido para analizar el reinicio de la competición.
- En relación con el comienzo de las competiciones, es voluntad de los clubes que, una vez se disponga del protocolo por parte de la RFEF, las competiciones comiencen cuanto antes y lo más cercano posible a la fecha que oficializó la RFEF el pasado 15 de julio, y sobre la cual los Clubes organizaron sus pretemporadas y logística de entrenamientos.
Es voluntad de los clubes que una vez se disponga del protocolo por parte de la RFEF las competiciones comiencen cuanto antes
- Resulta igualmente necesario que la RFEF respete la planificación de las pretemporadas de los respectivos cuerpos técnicos, organizadas sobre la base de la decisión y comunicación oficial de la RFEF, y cuya duración y distribución de cargas tiene como objetivo la correcta preparación de la condición física y salud de las futbolistas, por lo que cualquier alteración en su duración puede tener efectos muy perjudiciales para las futbolistas.
- Así, cualquiera de las dos fechas de comienzo oficial a las que se hace referencia en su comunicado supondría ampliar de 4 a 6 semanas las pretemporadas de los clubes.
Cualquiera de las fechas a las que se hace referencia supondría ampliar de 4 a 6 semanas las pretemporadas de los clubes
- La inseguridad y la falta de rigor y planificación que ofrece la actuación de la RFEF, con dos comunicaciones oficiales en relación con el comienzo de las competiciones, ofrece pocas garantías para planificar la preparación de las futbolistas.
- Por ello, y especialmente en el caso de Primera Iberdrola, donde 17 de los 18 equipos se encontraban en pleno desarrollo de sus pretemporadas, debe establecerse una fecha que respete dicha preparación, pudiéndose buscar las fórmulas necesarias para que aquel o aquellos clubes que por circunstancias no hubieran comenzado su preparación puedan disponer de un plazo razonable para llevarla a cabo sin perjudicar ni alargar la preparación del resto de participantes. De esta manera, abogamos por acordar urgentemente la fecha de inicio atendiendo a criterios de mayoría, como en cualquier organización democrática, donde la opinión minoritaria no prevalecerá sobre la mayoritaria.
- En cuanto al formato de la competición, resulta innegociable para los clubes de la ACFF ningún escenario que no sea el de una liga regular a dos vueltas, con un grupo único para Primera Iberdrola y dos grupos para Reto Iberdrola. Así, y vinculado al apartado anterior, el retraso en el inicio de las competiciones podría suponer la imposibilidad de desarrollar la competición en dicho formato, con el consiguiente perjuicio para todos sus participantes.
En cuanto al formato de la competición resulta innegociable para los clubes ningún escenario que no sea el de una liga regular a dos vueltas
- Por último, y en relación con los gastos derivados del protocolo, los Clubes quieren poner de manifiesto que estos deben ser asumidos, como no puede ser de otra manera, por la entidad organizadora de la competición, como así sucede en otras competiciones. Dado que, tratándose de competiciones no profesionales, es la organizadora la que tiene atribuida la competencia de generar recursos y gestionar la competición, debe ser esta la que asuma sus responsabilidades y asegure la viabilidad de sus competiciones, muy especialmente de aquellas en las que, más allá de la vertiente deportiva, están en juego los salarios de muchas personas.