El central del Valencia, Javi Jiménez se ha destapado como un ‘killer’ del gol en las dos últimas jornadas aunque en esta nueva faceta no actúa solo, le acompaña su pareja de travesuras, desde hace más de una década, Carlos Soler.
En los dos últimos partidos uno y otro se han buscado y se han encontrado; sintonizados en la misma frecuencia, por primera vez esta temporada, los goles han empezado a llegar. Dos jugadas similares, dos goles calcados: sirve Carlos una falta en la derecha, cabecea eficazmente Javi; en cambio acaecieron en dos momentos opuestos. Y es que si ante el Atlético de Madrileño abrieron el marcador, contra el Alboraya desatascaron el choque tras el descanso.
Pero esta asociación no se ha forjado en una semana, ni tampoco en dos, sino que se ha pulido a lo largo de las últimas once temporadas. Ambos ingresaron a los siete años en el Prebenjamín A del Valencia, Javi Jiménez procedente del Aldaya y Carlos Soler del Bonrepós, de ahí que se conozcan a la perfección, que jueguen de memoria y que cada vez que se buscan, se encuentren.
Hay momentos imborrables a lo largo de todos estos años. En alevines Javi marcó la friolera de diez goles y en todos ellos Carlos Soler estaba al otro lado. Saque de esquina al segundo palo y balón al fondo de la red. Aunque uno de los goles más destacados de esta pareja fue el que sirvió al Valencia cadete para lograr el billete a la final de la Nike Cup frente al Real Madrid. Un remate de cabeza soberbio en una acción a balón parado.
Sin embargo no solo es positiva la sociedad que forman, puesto que individualmente están siendo dos de las sensaciones de la temporada en clave valencianista. Aunque gocen de una cuota justa de protagonismo, la ambición de ambos les está llevando a rendir tanto individual como colectivamente a un nivel que roza lo excelente. Siendo ambos de segundo año, como la gran mayoría del grupo, su papel en la historia del juvenil tan solo acaba de empezar.