El épico triunfo del Villarreal en la final de la Copa de Campeones será recordado por los siglos de los siglos. El capitán Ximo Miralles, encargado de recoger el trofeo, nos desmenuza la final desde dentro, pasando por todos los momentos y situaciones del encuentro. Y advierte que no se conforman con el doblete, su ambición les pide más.
– Campeón de Campeones, quien lo iba a decir hace unas semanas.
– "La verdad que sí. Hace nada estábamos en julio planteando la temporada y poniendo objetivos, y ahora sin darnos cuenta nos encontramos en una nube. Ha sido una gran temporada por parte de todos y tenemos que saborear el momento. Son momentos muy dulces y bonitos, pero el fútbol no entiende del pasado. Así que la realidad es que dependemos ya de lo que hagamos a partir de este fin de semana y para ello tenemos que volver a trabajar duro, como hemos hecho hasta ahora".
– Parece que os gusta darle emoción a todo lo que conseguís. La Liga en la última jornada, la Copa de Campeones en el último suspiro de la prórroga…
– "Estas situaciones y esta manera de conseguirlo in extremis, yo creo que son un reflejo de la dificultad de lograr lo que hemos logrado, y creo que son razones para que lo valoremos aún más. En liga, hemos conseguido aguantar a un gran equipo como es el Valencia hasta la última jornada para después ganarla en el último momento, y en la Copa, nos hemos enfrentado a grandes equipos que nos han puesto en situaciones límites, donde afortunadamente hemos salido victoriosos al fin".
– Con 2 a 0 al descanso, ¿lo veíais hecho?
– "Sinceramente, al menos yo, no. Sabíamos que el Espanyol es un gran equipo y que tenía la capacidad suficiente para darle la vuelta a la situación, por eso salimos con la misma intensidad que en la primera parte, aunque se nos pudo notar más en cansancio en los últimos momentos. Sin embargo, lo más duro y sorprendente para nosotros fue que lo hiciera a tan solo 5 minutos de acabar el partido".
– ¿Os sorprendió la actitud, el juego del Espanyol en la primera mitad?
– "En cierto modo sí. Pero al fin y al cabo en el fútbol puede pasar de todo. Son partidos de mucha presión y supimos golpearles fuerte al principio, aunque a partir del minuto 20 empezaron a apretarnos mucho más. Además, su capacidad de reacción en la segunda parte dejó claro que son muy buen equipo".
– La segunda parte fue totalmente distinta, y si de normal ya es duro que te empaten un partido en la última jugada, en una final… ¿fue un palo muy duro?
– "Fue un palo muy duro. Ninguno nos lo podíamos creer. Era irreal que se nos pudiera escapar de esa forma. En esos momentos fue muy importante el papel del míster y de los técnicos, que nos dieron el ánimo y apoyo necesario. En especial a mí, Alberto Marrama, que me convenció de que a pesar de la dificultad de la situación tenía que creer y confiar en que íbamos a ser campeones. Después de aguantar al Espanyol la primera parte de la prórroga, donde creo que ellos tuvieron sus mejores momentos, nos dimos cuenta de que realmente sí podíamos reponernos y llevarnos la victoria. Creímos una vez más y así fue".
– La primera parte de la prórroga, al revés que el encuentro, fue claramente del Espanyol; el Villarreal había perdido el norte, ¿llegaste a pensar que se os iba la Copa?
– "Sí. Fueron los momentos más complicados que tuvimos. El Espanyol estaba eufórico tras haber empatado y nosotros muy tocados. Afortunadamente el equipo sacó fuerza de donde no había y supimos aguantar esa situación y al final meter ese golazo".
– Para complicarlo aún más, al golpe psicológico, se añade los problemas físicos y musculares de varios jugadores y la expulsión de Genís. No sé si es pensamiento es común pero el deseo era, ¿aguantar y llegar a los penaltis?
– "La verdad es que sí. Yo mismo, con el cansancio y la expulsión, me puse el objetivo de que lo importante era no encajar ningún gol más para poder tener la oportunidad en los penaltis. Afortunadamente Mati cabeceó ese balón y no hizo falta".
– Pero después de tanto sufrimiento, en una jugada de estrategia, Chuca bota la falta que remata Mathi y acaba siendo el gol del triunfo. ¿Desde tu posición, llegaste a ver el gol? ¿se puede describir la sensación de ese gol?
– "Sí. Desde mi posición vi la carrera de Mati perfecta y mientras el balón iba por el aire supe que era gol. Fue un auténtico golazo que nos da el mayor triunfo de nuestras carreras hasta la fecha. Fue una sensación muy grata, un momento de éxtasis que nunca olvidaré".
– ¿Qué se te pasa por la cabeza cuando levantas esa Copa ‘tan pesada’, porque no pesa poco?
– "Pasa toda mi familia y mis amigos, y todos aquellos entrenadores que me han formado… Todo el esfuerzo de estos años, la lesión que tuve y la dificultad de volver, el sacrificio diario para recuperar la forma… en definitiva, pasa por mi cabeza el fútbol, porque el fútbol para mí es el día a día desde que llegué a este club hace 10 años, y ese momento fue una recompensa a todos esos días previos, buenos y malos, bonitos y duros que también ha habido. Finalmente pensé mucho en mis dos hermanos. Mi gemelo, que lo estaba viendo desde EEUU, y el pequeño Jesús. Para mí son lo más importante y se lo dedico a ellos".
– ¿Nos confirmas que sufriendo es como mejor saben los triunfos?
– "Sí. A nadie le gusta sufrir, pero al final es lo que te hace crecer, y lo que da el valor a las cosas. A nivel de porteros, tanto mi compañero Joan como yo hemos tenido la suerte de ser preparados para superarlos gracias al excelente trabajo este año de Nico Bosch primero y después A. Marrama, junto al de Marc R. y Jesús Unanua en momentos determinados. Este éxito también es de todos ellos.
La verdad que el sufrimiento, tanto en liga como en la copa que hemos soportado para ganar, tiene que recordarnos a todos en el futuro el valor de lo que hemos conseguido, que es histórico, y lo duro que hemos de seguir trabajando en el futuro si queremos lograr más éxitos".
– Ganar esta Copa de Campeones otorga también una elevada cantidad económica, que el equipo ha decidido donar a los afectados del terremoto de Nepal. ¿Esta idea nace de algún jugador, en conjunto o es el propio club quien lo propone?
– "La idea nace del club y es respaldada por todos nosotros, los jugadores. Creo que es un acto de solidaridad que muestra la entidad y la calidad del Villarreal CF. Al final nuestro objetivo como jugadores juveniles no es otro que formarnos para intentar alcanzar un sueño y recoger cuantos más éxitos y enseñanzas podamos, además de intentar representar de la mejor manera posible al club al que pertenecemos".
– Al día siguiente, reconocimiento por parte de la afición en El Madrigal. Breve, intenso y …
– "La verdad que fue un orgullo y una satisfacción máxima poder mostrar la Copa a toda la afición del Villarreal y que esta la valore de la manera en que lo hizo. También fue un orgullo recibir el pasillo por parte de los jugadores del primer equipo del Villarreal y del Elche. Al final nosotros aspiramos a estar algún día donde están ellos y que nos hicieran ese homenaje es verdaderamente increíble".
– Imagino que no os conformáis con el doblete.
– "Creo que ahora es más que nunca cuando tenemos que ser ambiciosos. Ahora es el momento de tener más hambre, y de aprovechar la confianza que hemos obtenido ganando la COPA. Como os digo, el fútbol no se acuerda del pasado. Lo único que hemos hecho es ponernos el techo más alto y en nuestra cabeza está en mente ya la Copa de Rey, que es una competición también muy bonita, especial y única".