Se hizo esperar y costó, pero el Conquense ya tiene su primer triunfo en División de Honor. Y no contra un equipo cualquiera, sino contra uno de esos que suben la moral, el Levante. Detrás del gol de Sergio Lozano tiene su anécdota.
Siete jornadas ha tardado el Conquense en celebrar la primera victoria el año de su regreso a División de Honor. Tras el empate de la primera semana ante el Villarreal (4-4) los chicos de Pepe Poyatos no habían vuelto a puntuar, hasta el domingo. El Levante visitaba La Fuensanta con la intención de conseguir sus primeros puntos fuera de su feudo. El partido se le puso de cara nada más comenzar la segunda mitad, con un gol de Joel, que fue contrarrestado algo más tarde por Miguel Checa desde el punto de penalti. El tiempo corría en contra de ambos, pues el empate servía de poco: los locales en su lucha por dejar de ocupar el farolillo rojo de la clasificación y los valencianos para acercarse a los equipos delanteros.
A dos minutos del tiempo reglamentario el Levante cometió una falta en el centro del campo. Sergio, un habitual lanzador de los conquenses, entró al terreno de juego en ese preciso instante con un objetivo, chutarla. Su intención, al ser una acción tan lejana era “intentar ponerla bien y que otro compañero pudiera rematar en una buena situación”. Sin embargo el balón tomó una trayectoria bien distinta, botó dentro del área sorprendiendo a Rives, que pese a sus esfuerzos no pudo evitar el gol. Un cúmulo de sensaciones afloraron en los futbolistas locales tras el pitido final, que el goleador resume en una: “satisfacción. Lo cierto es que ha sido una victoria muy merecida y valorada por todos”.
El Conquense que, tras muchos años, regresaba a la máxima categoría del fútbol juvenil no ha tenido un retorno sencillo. Pese a que su debut fue muy positivo, posteriormente tuvo que hacer frente a cinco derrotas consecutivas. Un hecho que pese a lo negativo, ha favorecido a fortalecer el grupo. “Esta mala racha nos ha servido para unirnos más y seguir luchando por nuestro objetivo: la permanencia. Además el mensaje que siempre se ha transmitido dentro del vestuario ha sido de tranquilidad”. Ahora solo sueñan en poder prolongar su buen momento en Cartagena, “será complicado, pero no renunciamos a nada. Si trabajamos como hasta ahora podemos ganar a cualquiera”.
