El Alboraya UD está cuajando una excelente temporada en el Grupo VII de Juvenil División de Honor. El equipo dirigido por Sergio Paredes está cosechando unos resultados positivos que le acercan a la zona noble de la clasificación y les permite luchar de manera más holgada por el objetivo de la permanencia. Foto: Alboraya UD.
La pasada temporada, los valencianos tuvieron que bregar de valientes para conseguir el objetivo primordial del club: la salvación. Tras ascender desde Liga Nacional Juvenil hace dos campañas, otro éxito se consumó gracias a la victoria cosechada en el último partido por 1-0 ante el Kelme CF.
Es la segunda temporada consecutiva del Alboraya en División de Honor
El conjunto valenciano está colocado en una más que cómoda séptima posición tras sumar 14 puntos en once jornadas, con un bagaje de tres victorias (Real Murcia CF, Racing d’Algemesí-Mecavenida y Albacete Balompié), cinco empates (entre ellos Villarreal, Levante y Elche) y tres derrotas (todas ellas por un gol de diferencia).
Pese a la gran competición que están jugando los valencianos, la distancia sobre las posiciones de descenso que marca ahora el CF Torre Levante es de apenas cuatro puntos, uno menos que la brecha que mantiene el quinto clasificado (la UD Alzira) con el Alboraya. Ello muestra la igualdad que se mantiene en la zona media-baja de la tabla y la distancia que se ha abierto entre los equipos punteros y el resto de «mortales».
El Alboraya es uno de los pocos clubs que tienen sus dos juveniles en División de Honor y Liga Nacional
Restan apenas cuatro jornadas para finalizar la primera vuelta de la máxima competición del fútbol juvenil, y el Alboraya UD tendrá que medirse todavía ante dos equipos duros de roer: el actual campeón de la competición, el Atlético Madrileño (situado en sexto lugar), y la sorprendente UD Alzira, que ocupa una meritoria quinta plaza en su temporada debut en División de Honor.
Los otros dos equipos militan en la clasificación por debajo del club valenciano en la clasificación: Kelme CF y Ciudad de Cuenca, dos equipos a los que el Alboraya tendrá que vencer para demostrar que su gran arranque de campaña no ha sido coincidencia. Seis puntos que pueden cosechar los pupilos de Víctor Leiva y que pueden significar un golpe sobre la mesa.