Con la conclusión de la competición en División de Honor Juvenil a la vuelta de la esquina, los equipos comienzan a contar los partidos como auténticas finales para tratar de asegurar sus objetivos. En este caso, el Racing d’Algemesí-Mecavenida disputará este fin de semana su primera «bola de partido» a falta de cinco jornadas para la conclusión de la liga en la máxima competición juvenil.
Tras sumar tan solo 14 puntos en los 25 encuentros disputados hasta la fecha, el equipo valenciano está situado al borde del abismo. Once puntos les separan de la salvación, la cual marcan ahora Kelme, Real Murcia y Ciudad de Cuenca -todos ellos con 25 puntos-. Así, con quince puntos por disputarse, una serie concreta de resultados podría detonar el descenso a Liga Nacional Juvenil del Racing d’Algemesí-Mecavenida una temporada después de su histórico ascenso.
El Racing d’Algemesí-Mecavenida debuta esta temporada en División de Honor Juvenil
El conjunto valenciano, además, tendrá que hacer frente al duro mazazo recibido hace apenas una semana, cuando la Real Federación Española de Fútbol oficializó la derrota de los de Algemesí por 0-3 ante el Alboraya por alineación indebida tras un encuentro que finalizó con empate a 2. Esta decisión provocó la tercera derrota consecutiva de los valencianos y la quinta sin cosechar una victoria.
El rival a batir será el Elche, un equipo duro de roer que milita actualmente en la octava plaza con 32 puntos. Así, una derrota ante el conjunto ilicitano, sumado a las victorias de los tres equipos anteriormente mencionados, podrían dejar a los pupilos de Alberto Pons matemáticamente en Liga Nacional Juvenil restando cuatro jornadas por disputarse.
Ranero, Real Murcia, Albacete Balompié y Torre Levante, últimos rivales a batir antes de finalizar el campeonato
Aun así, parece muy complicado que se diese tal circunstancia, puesto que el Ciudad de Cuenca deberá medirse al Levante, el Kelme al CD Roda y el Real Murcia al Lorca CFB, todos ellos equipos situados por delante en la clasificación que supondrán un difícil escollo para aquellos cuadros que se encuentran en plena batalla por no descender.
