El fútbol está lleno de historias y recuerdos. De hitos de equipos que nadie esperaba que sucediesen. En el CF Aielo están muy cerca de volver a presenciar un ascenso de su juvenil después de 28 años de espera. Un hecho que tiene a todo el pueblo de alrededor de 3.500 habitantes revuelto, tal y como confirma a Golsmedia Sports el entrenador del equipo juvenil, Rafa Cebrián. El equipo tiene un vital partido este fin de semana en el que pueden consumar ese ascenso.
Este próximo sábado, el CF Aielo juvenil recibe al CD Llosa B sabiendo que un punto les serviría para convertirse en equipo de Primera Regional Juvenil para la temporada 2021-2022. Su entrenador, Rafa Cebrián, asegura que su objetivo no era, ni mucho menos, pelear el ascenso: «Empezamos la temporada con el objetivo de alimentar al primer equipo, que compite en Segunda Regional». Rafa afirma que cuando se vieron líderes al término de la primera vuelta es cuando se dieron cuenta de lo que podían conseguir.
Rafa Cebrián asegura que todo el pueblo está con el equipo juvenil
«La directiva y el club se volcaron con el juvenil y propusimos el objetivo entre todos de intentar subir al equipo«, asevera Rafa Cebrián. El técnico ha querido hacer una mención especial al presidente del club, Jordi Penalba, y a Javier Sanz, que ha sido la persona de la directiva más implicada en el equipo juvenil. En la Segunda Fase, el CF Aielo ha sumado diez puntos de doce posibles, lo que le permite depender de sí mismo. El técnico del juvenil reconoce que su único recuerdo de un ascenso en el CF Aielo se remonta a cuando el primer equipo ascendió a Primera Regional. «El pueblo está detrás con nosotros«, ha recalcado Rafa Cebrián. Además, admite que está nervioso desde el lunes, todo y que el partido no se juega hasta el sábado.

Respecto al duelo ante el CD Llosa B, el entrenador ha asegurado que los jugadores están muy ilusionados: «Vamos a jugar como llevamos toda la temporada jugando y los jugadores sabemos que van a dar su 100 o 200 %», ha añadido. Respecto al éxito del equipo, recalca que los jugadores son, además, un grupo de amigos: «La mayoría de fichas son de chavales del pueblo. Las restantes son de gente de Ontinyent y Ollería y son un grupo de amigos que se llevan todos perfectamente».