Este fin de semana se disputaba la última jornada de la fase de permanencia en el grupo quinto de División de Honor Juvenil, el grupo donde se encuentran los equipos extremeños.
Con un CD Badajoz ya salvado y un Extremadura UD matemáticamente descendido, el protagonista de la jornada era el UD La Cruz Villanovense, que se jugaba la salvación, dependiendo de sí mismo, en el último partido ante el CD Móstoles.
Al UD La Cruz Villanovense solo les valía la victoria si sus rivales directos ganaban
En caso de que sus rivales directos ganaran (Trival Valderas y Aravaca CF), a los extremeños solo les valía la victoria para mantenerse por segunda año consecutivo en la máxima categoría del fútbol juvenil español.
Trival Valderas y Aravaca CF hicieron sus «deberes», ganando por uno a cero al CD Badajoz y por uno a dos al Atlético Pinto respectivamente, lo que significaba que los de Villanueva de La Serena iban a tener que hacer lo propio en Móstoles.
Parecía que iba a ser un objetivo fácil para los extremeños, ya que a los seis minutos de encuentro ya ganaban cero a dos, el primero obra de Alejadro y el segundo de Juan Benitez.
Mantuvieron la ventaja de dos goles hasta bien entrada la segunda mitad, en la que el conjunto madrileño recortó distancias en el sesentaiuno por medio de Alberto García.
Poco después, apenas pasados diez minutos, Guille puso las tablas en el marcador. Quedaban menos de veinte minutos y al UD La Cruz Villanovense se le empezaba a complicar la salvación.
Finalmente, tirando de épica, Sandro de Matías ponía el dos a tres definitivo en el minuto ochentaiuno, haciendo historia al certificar la permanencia del club extremeño un año más en División de Honor.