A la tercera fue la vencida. El Villarreal brindó la primera alegría de la temporada a su afición. Tras vencer al Leganés en Butarque la pasada semana, el equipo amarillo logró su primer triunfo en casa al imponerse por la mínima al Valladolid. El cuadro pucelano se mostró muy serio ante un cuadro groguet que gozó del control del partido pero que tuvo que esperar a asestar el golpe definitivo hasta la media hora de juego del segundo acto, cuando Cazorla, de penalti, hacía justicia. Ontiveros, en la recta final del choque, sentenció el duelo previa asistencia de Chuzwueze. Foto: LaLiga
El técnico amarillo Javi Calleja únicamente realizó una variación respecto al once inicial con el que comenzó el último encuentro en Butarque ante el Leganés, el madrileño dio la entrada Rubén Peña en el flanco derecho de la defensa en detrimento de Mario Gaspar. De este modo, el Submarino formó con un 4-1-4-1, con el mencionado Rubén Peña en el lateral derecho de la zaga, Quintillà en el costado izquierdo, con Pau y Raúl Albiol en el eje de la línea de retaguardia. Por delante de la zaga formó Iborra de ancla, junto a Anguissa y Santi Cazorla, Moi Gómez y Gerard Moreno en bandas, y Bacca como punta de lanza.
Al Villarreal le costó dar fluideza a su juego en los primeros minutos del encuentro, en gran parte, debido a la asfixiante presión alta realizada por el equipo vallisoletano. Los groguets, eso sí, comenzaron a combinar con el paso de los minutos, en especial cuando entró en acción Santi Cazorla. Así llegó el primer acercamiento local, en un centro desde la banda derecha de Rubén Peña que remató con la testa Gerard Moreno, pero el meta Masip atrapó el cuero sin problemas. El conjunto pucelano replicó con rapidez, y lo hizo por mediación de Óscar Plano, en una acción que salvaron entre Asenjo, a la salida, y Albiol despejando balón rechazado sobre la línea de gol.
El partido estaba bonito para el espectador por momentos, con llegadas para los dos equipos, el Villarreal volvió a la carga en un gran pase filtrado por Santi Cazorla para Bacca, que se deshizo el meta Masip, pero Salisu, en línea de gol, abortó la ocasión más clara de los vila-realenses hasta ese momento. El paso de los minutos dejó de manifiesto el control amarillo sobre el partido, el equipo de Javi Calleja era el dueño y señor del balón aunque ello no se traducía en ocasiones de verdadero peligro. Pasada la media hora llegó la polémica, en un tiro cruzado de Cazorla que despejó Masip, de forma providencial, y cuyo balón lo controló Gerard Moreno previamente a introducir el cuero en la portería, pero el árbitro señaló un falta del atacante local. En la recta final del primer tiempo el Villarreal intentó generar peligro, encontrar espacios en campo contrario, pero los blanquivioletas se mostraron muy pétreos en línea defensiva.
El Valladolid arrancó fuerte la segunda parte, y dio el primer sus de la reanudación un disparo de Sandro Ramírez desde la frontal del área, tras una gran asistencia de Óscar Plano. Pero realmente fue un espejismo. Los pupilos de Javi Calleja continuaron controlando el partido, jugando cada más en campo contrario, pero cuando llegaban a tres cuartos de campo los espacios se reducían. Zambo Anguissa probó fortuna desde fuera del área, pero el cuero lo atajó Masip sin problemas.
En este contexto el entrenador amarillo decidió dar entrada a Toko Ekambi y a Samu Chuwueze, al equipo le hacía falta velocidad y chispa. Esas permutas variaron del dibujo táctico a un 4-4-2, con Chukwueze y Cazorla en bandas y Gerard Moreno y Toko Ekambi formando tándem ofensivo. Con la incorporación de los dos jugadores cameruneses el Villarreal dio otra imagen más punzante. Toko Ekambi estuvo cerca de abrir el marcador, el ariete recibió un gran pase filtrado de Gerard Moreno pero Masip salvó de nuevo a los suyos. El Submarino ya no solo controlaba el partido sino que también comenzaba a apretrar en ataque. Toko Ekambi gozó de otra oportunidad con un cabezazo que se marchó arriba. Faltaba poco más de un cuarto de hora para le final del partido cuando Calleja agotó su cupo de cambios con la entrada de Ontiveros por Vicente Iborra para aportar más creatividad en la medular, y es que el malacitano se colocó en banda y Cazorla en el doble pivote junto a Anguissa.
Los groguets estaban rondando el gol y éste llegó. El central visitante Salisu derribó claramente al recién ingresado en el terreno de juego y el colegiado señaló la pena máxima. Cazorla no falló desde los once metros. Ante esta nueva tesitura el Valladolid tuvo que estirarse y eso obligó a dejar espacios atrás, algo que propició llegadas amarillas sobre el arco rival cada vez más claras. Toko Ekambi tuvo la suya pero la de Rubén Peña fue la más clara, con un zapatazo lejano que se estrelló en la madera. La siguiente fue dentro y sentenció el duelo. Un gran centro de Chukwuze lo aprovechó Ontiveros para marcar, con la cabeza, su primer gol con la zamarra amarilla. Hervías tuvo la oportunidad de maquillar el marcador en el descuento, pero Asenjo envió el cuero a córner.
El Villarreal suma su segunda triunfo consecutivo, primero en casa, y se coloca tercero en la tabla clasificatoria con 8 puntos, justo antes de visitar el Campo Nou para enfrentarse al Barcelona el próximo martes (21.00 horas).