Año nuevo, costumbres viejas, o al menos las más recientes del 2019. El Villarreal consiguió una victoria, tercera consecutiva, de prestigio y muy meritoria en Anoeta, un campo cada vez más fetiche para el cuadro groguet, noveno triunfo en 17 visitas. Y eso que el contexto inicial no fue sencillo, Willian José avanzó a los locales en el primer acto y el conjunto txuri urdin controlaba el partido. Sin embargo, la segunda mitad cambió la decoración del envite, con mutación de sistema incluida. Manu Trigueros empató de penalti y Santi Cazorla rubricó la remontada, con ambas acciones revisadas por el VAR, aunque en esta ocasión la justicia cayó de lado amarillo. Foto: LaLiga
El técnico Javi Calleja continuó apostando por el mismo once que venció al Sevilla y Getafe en las dos últimas jornadas del año 2019. De este modo, el Submarino salió de inicio con un 4-2-3-1 con Sergio Asenjo bajo palos; Mario Gaspar en el lateral derecho, Albiol y Pau en el eje de la zaga, y Quintillà en el flanco izquierdo de la defensa; por delante Anguissa e Iborra, con Chukwueze partiendo desde la banda derecha, Moi Gómez en la izquierda y Manu Trigueros de mediapunta, por detrás de Gerard Moreno, única referencia ofensiva.
Los primeros minutos se caracterizaron por un dominio local que obligó al cuadro vila-realense a aplicarse en labores defensivas. Oyarzabal tuvo la primera ocasión, previo pase magistral de Odegaard, pero el vasco estaba adelantado y la acción quedó invalidada a pesar de la buena respuesta de Asenjo. Pero el equipo de Calleja replicó poco después, tanto que Monreal tuvo que bloquear un pase muy peligroso desde la banda izquierda de Moi Gómez, y es que Chukwueze esperaba libre de marca en el corazón del área para remachar a la red. El duelo se puso guapo, como era de esperar, desde el comienzo gracias al fútbol alegre y ofensivo de ambas escuadras. Un ejemplo de ello fue una gran combinación realista en la frontal del área concluyó con un chut cruzado de Portu que sacó el meta Asenjo de forma providencial.
La posesión del balón continuaba siendo txuri urdin, pero una posesión efectiva y no estéril, gracias al buen hacer de Guevara, Mikel Merino y Odegaard, sus asociaciones eran el origen del peligro donostiarra. Cada vez se acercaba más el cuadro de Imanol Alguacil y en el minuto 21 inauguró el marcador. Una gran jugaba trenzada desde el centro del campo terminó con un preciso pase de Portu, desde el costado derecho, y éste lo empaló a la red el ariete Willian José, al rematar entre los dos centrales amarillos, Albiol y Pau, en la frontal del área chica, poco pudo hacer el cancerbero Asenjo. Tras el gol el equipo de la Plana Baixa buscó la réplica para equilibrar el marcador antes del descanso. Los amarillos se aproximaron a la meta defendida por Remiro en acciones de Anguissa, Chukwueze y Moi Góméz, aunque ninguna de ellas entrañó verdadero peligro de gol. Pero la última oportunidad del primer tiempo la tuvieron los locales en un disparo lejano del noruego Odegaard, aunque la trayectoria del balón no encontró portería por poco.
La segunda parte comenzó sin permutas de jugadores pero sí cambios tácticos. El Villarreal modificó su esquema para jugar con un 4-4-2, recuperando el rombo en el centro del campo, con Iborra de ancla, Anguissa y Moi Gómez en los costados y Manu Trigueros de enganche, justo detrás de Chukwueze, que formó tándem ofensivo junto a Gerard Moreno. Un cambio que neutralizó la fluidez, excesiva en el primer tiempo, en el centro del campo vasco. El punto de inflexión llegó a los diez minutos de la reanudación, cuando Manu Trigueros filtró un gran pase al espacio que aprovechó Chukwueze para marchar en carrera y provocar un penalti de libro de Zubeldia sobre el nigeriano. VAR mediante, porque se revisó un posible fuera de juego inexistente del jugador amarillo durante dos minutos.
Manu Trigueros cogió la responsabilidad de lanzar la pena máxima y no falló para establecer el empate en el electrónico, estreno goleador esta temporada para el talaverano. Un gol que también mantiene la dinámica del Submarino de 17 partidos de liga consecutivos viendo portería. Tras el gol Calleja movió el banquillo y dio entrada a Alberto Moreno por Quintillà, en el lateral zurdo, y a Santi Cazorla por Moi Gómez en la medular. Prácticamente sin ofrecer tiempo a la reacción local, el cuadro groguet volvió a llegar con peligro a la portería de Remiro, con una nueva cabalgada de Chukwueze que terminó en gol, sin embargo, en esta ocasión el futbolista africano sí que partió desde una posición adelantada. Pero la escuadra de Imanol Alguacil respondió al tanto amarillo, lo hizo Mikel Merino con un zapatazo tras embolsar el cuero con el pecho, previa asistencia de Portu, con el que estrelló el balón en la cruceta.
Pero fútbol es fútbol y todo lo mal que se había puesto el partido para los visitantes en el primer tiempo mutó en el segundo. Y es que el cambio de esquema surtió su efecto y, como no podía ser de otra manera, también la entrada del mago Santi Cazorla. El futbolista asturiano consumó la remontada con el segundo gol, sexto en liga en su cuenta particular, al batir a Remiro con un tiro cruzado. Una diana que propició la felicidad de los amarillos, pero con suspense, y es que el VAR revisó un fuera de juego que no había. Decisión del VAR favorable al Villarreal esta temporada, alguna vez tenía que ser. En la recta final entró Rubén Peña por Chukwueze en un Submarino que defendió los ataques locales, poco peligrosos, y amenazaba sangre a la contra. La intensidad era máxima, no en vano, hasta siete jugadores vieron la cartulina amarilla en el segundo acto, tres realistas y cuatro groguets, por cierto, todos ellos defensas. El descuento fue eterno, más de siete minutos, eso sí, un tiempo de prolongación en el que apenas se jugó, salvo un remate de Merino que se fue arriba, e incluso cayó al terreno de juego una botella lanzada desde la grada.
Este triunfo en Anoeta, noveno en su historia para el Villarreal, deja al conjunto de la Plana Baixa en novena posición con 28 puntos a tres del Valencia, que marca actualmente las posiciones europeas, concretamente de UEFA Europa League. La próxima cita del Submarino será este sábado (21.00 horas) cuando se desplazará hasta Los Arcos para medirse al Orihuela, de Segunda División B, en partido de la segunda ronda de la Copa del Rey. Por el contrario, el próximo partido de liga será el domingo 19 (16.00 horas), un compromiso en el que el equipo de Javi Calleja se enfrentará al Espanyol.
