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El Villarreal CF no puede derribar el muro de la SD Huesca

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Miguel Ángel Gómez, nuevo Dir. Deportivo del CD Eldense. Foto: CD Eldense.
El centrocampista del Villarreal CF Manu Trigueros conduce un balón // Foto: LaLiga.

El Villarreal CF no puede derribar el muro de la SD Huesca

El centrocampista del Villarreal CF Manu Trigueros conduce un balón // Foto: LaLiga.

Jornada 20.- SD Huesca, 0; Villarreal CF, 0.

Villarreal y Huesca demostraron porqué son los reyes del empate, nadie suma tablas que ellos en Primera División, un total de diez. Visto así el resultado más factible era el que finalmente se produjo, reparto de puntos… y sin goles. El Submarino amarillo cayó en la trampa del colista, y es que a veces la clasificación es el factor menos importante a la hora de analizar un partido. El equipo de la Plana Baixa, que acusó la ausencia de Gerard Moreno, se mostró impotente a la hora de quebrar las líneas de un cuadro aragonés muy bien posicionado en defensa. Las ocasiones brillaron por su ausencia, ni un tiro entre los tres palos en la primera mitad, eso sí, la oportunidad más clara fue grogueta, con un disparo de Moi Gómez en la reanudación.

Con las bajas de un hombre capital como Gerard Moreno, amén de las de Mario Gaspar, Foyth, Jaume Costa, Alberto Moreno e Iborra, estos dos últimos lesionados de larga duración, dos fueron las permutas que realizó el técnico Unai Emery en su once inicial en relación al encuentro del pasado miércoles, en el que los amarillos no pasaron del empate frente al Granada, por un lado el obligado de Foyth, por lesión, por el que entró Funes Mori, y Fer Niño, que se quedó en el banquillo, Bacca tomó su relevo sobre el césped. De este modo, el Submarino formó de inicio con un 1-3-4-3, con Ansejo bajo palos; con Funes Mori, Albiol y Pau formando defensa de tres centrales, con Rubén Peña y Pedraza como carrileros. En el centro del campo repitieron Capoue junto a Parejo, con Manu Trigueros partiendo desde la derecha, Moi Gómez desde la zurda, con Bacca como referencia ofensiva.

Los primeros minutos del partido se caracterizaron por una alta posesión del Villarreal, aunque poco efectiva, con un juego bastante más horizontal que vertical, frente a un Huesca que realizaba una presión alta con el fin de cortar de raíz la fluidez del juego groguet. En esta tesitura las ocasiones de gol brillaron por su ausencia, tanto que, salvo una aproximación de Maffeo y otra de Parejo, en sendas acciones en las que el cuero se marchó muy desviado, apenas se produjeron más acercamientos a las áreas durante la primera media hora de partido. Tocaba y tocaba el Submarino, pero sin hacerlo en la zona en la que se generan las ocasiones de peligro, los tres cuartos de campo, no recibían en esta zona Parejo ni Manu Trigueros y tampoco por bandas se prodigaban los amarillos. Por el contrario, la estrategia oscense fue más conservadora, esperar a recuperar el balón para intentar robar y llegar a la meta visitante mediante rápidas transiciones, con hombres explosivos, como es el caso de Ontiveros, precisamente el futbolista cedido por el propio Villarreal probó fortuna con un disparo desde el vértice del área, una acción con poco peso en el partido, pues el cuero estuvo cerca de marcharse fuera del estadio.

El partido enfilaba la recta final del primer tiempo y los porteros continuaban siendo los grandes espectadores de un partido que, en plena época de pandemia, se disputó a puerta cerrada. Ni un equipo ni otro fue capaz de chutar entre los tres palos y así es francamente complicad marcar. La única excepción que rompió la norma de los primeros 45 minutos fue una acción espectacular de Carlos Bacca, el ariete colombiano del Villarreal se atrevió con una rabona y envió el cuero al poste, eso sí, arrancó la jugada en posición adelantada, fuera de juego. El primer acto terminó con control del balón amarillo pero estéril para romper las líneas de un bien posicionado Huesca que tampoco se acercó a las inmediaciones del arco defendido por Asenjo. Los números cantan y azulgranas y groguets no realizaron ni un solo disparo a puerta en el primer tiempo.

La segunda parte comenzó de una forma notablemente más electrizante, con aproximaciones en las dos áreas desde los primeros minutos de la misma. Moi Gómez, a los cinco de la reanudación, pudo abrir el marcador con un disparo desde el corazón del área que encontró la respuesta de Álvaro Fernández, una atajada magistral para mantener el cero a cero en el marcador. Y los oscenses pusieron la réplica, con un peligroso disparo de Ontiveros que repelió Asenjo. Ya se habían visto más cosas en cuestión de cinco minutos que durante toda la primera parte. El partido había mutado, eso estaba fuera de toda duda.

Pero Emery le quiso meter una marcha más con dos cambios, con la entrada de Paco Alcácer por Bacca, delantero por delantero, y de Yeremy Pino por Manu Trigueros, que se colocó en el perfil izquierdo reubicando a Moi Gómez en el derecho. Pero el trepidante comienzo, véase esta valoración tras el contexto del primer tiempo, desapareció. Como si fuera un espejismo. El Villarreal insistió en no rifar un balón, en no arriesgar la posesión, tuvo el balón pero no supo desequilibrar con el, juego plano. Por su parte, el cuadro aragonés fue dimitiendo incluso en la presión y con el paso de los minutos se limitó a esperar a los groguets en campo propio. Solo Yeremy Pino aportó algo más de dinamismo en ataque, pero apenas logró crear una ocasión en una acción en la que el balón se le fue desviado.

Emery aportó frescura tanto en la banda izquierda y en el centro del campo retirando a Pedraza y a Coquelin por Estupiñán y Coquelin, sin variar el esquema táctico. Pero el Villarreal se bloqueaba en la zona de tras cuartos de campo, le faltaba desborde, ese último pase en el que desestabilizara a un rival bien parapetado atrás que ahogaba los ataques amarillos eliminando espacios. El técnico vasco se la jugó a seis minutos del final del choque metiendo a Fer Niño por Funes Mori, un delantero, por cierto, en estado de gracia, por un defensa central. De este modo, el Submarino terminó jugando con un 4-4-2, retrasando a Rubén Peña y Estupiñan a una línea de cuatro en defensa, con Pau y Albiol como centrales y dos delanteros en ataque, con Alcácer y ariete canterano. Buscaba el Villarreal lo que no había encontrado durante casi todo el partido.

Un punto más El cuadro groguet vuelve a firmar tablas y se confirma como el rey del empate, con diez junto al propio Huesca, y se mantiene cuarto, en zona de Champions League con 34 puntos, eso sí, con dos partidos más que su más inmediato perseguidor, el Sevilla. La próxima cita del Villarreal en Liga será este próximo sábado (21.00 horas), cuando el equipo amarillo reciba a la Real Sociedad en el Estadio de la Cerámica, en un duelo trascendental en la lucha por la Champions League. No obstante, este martes el cuadro groguet tendrá otro ‘match-ball’ en la Copa del Rey, donde el equipo de Emery tomará parte en la ronda de octavos de fina del torneo del KO en su encuentro en Montilivi en Girona.

Ficha técnica:

SD Huesca: Álvaro Fernández, Gastón Silva (Luisinho, m. 82), Pulido, Siovas, Maffeo (Pedro López, m. 74’), Seoane, Doumbia, Javi Galán, Escriche (Sergio Gómez, m. 57), Ontiveros (Mikel Rico, m. 57) y Okazaki (Rafa Mir, m. 56).

Villarreal CF: Asenjo, Funes Mori (Funes Mori, m. 84), Albiol, Pau, Pedraza (Estupiñán, m. 76), Capoue (Coquelin, m. 76), Parejo, Manu Trigueros (Yeremi Pino, m. 62), Rubén Peña, Moi Gómez y Bacca (Paco Alcácer, m. 61).

Árbitro: Alberola Rojas (Colegio Castellano-Manchego). Amonestó a los jugadores del Huesca Otinveros (34’), Escriche (55’) y Luisinho (89’); así como al futbolista del Villarreal Capoue (73’).

Estadio: El Alcoraz (Huesca).