Normalmente, caer a Primera Federación es sinónimo de comenzar un período de ostracismo. La categoría de bronce es un infierno para los gigantes de nuestro fútbol, y si no que le pregunten al RC Deportivo, que con un presupuesto tremendo y unas plantillas con una calidad inmensa no es capaz de volver al fútbol profesional. Todo esto porque la igualdad que se da aquí es tremenda.
En un contexto de máxima igualdad todos los factores pasan a ser imprescindibles, y uno de ellos sin duda es la afición
En un contexto de máxima igualdad todos los factores pasan a ser imprescindibles, y uno de ellos sin duda es la afición. Muchos jugadores de equipos humildes alucinan cuando juegan en Riazor, el Nuevo Colombino, el Nuevo Arcángel, Castalia, La Rosaleda… ven ambientes que en sus clubes, por cuestión de masa social, es muy difícil que se dé, y lo disfrutan.
Pues bien, según una estadística proporcionada por la Grada B hay dos equipos de Primera RFEF que superan los 20.000 espectadores de media esta temporada: el RC Deportivo y el Málaga CF. Los gallegos reúnen a 22.653 por partido, una cifra que está por encima de clubes que disputan competiciones europeas como el Villarreal CF, que se queda en 18.282.
En cuanto al Málaga CF, los andaluces se encuentran en la tabla justo debajo del Dépor con una asistencia media de 21.020 aficionados. Por detrás quedan varios históricos de Primera División como Osasuna, Celta, Mallorca… Comparar estas cifras nos hace entender la fidelidad tremenda que tienen las aficiones del Málaga y del Deportivo y la magnitud de estos dos equipos.
Con la ayuda de su afición, el conjunto boquerón sí que se encuentra ahora mismo en la lucha por el ascenso directo, aunque de momento por detrás del CD Castellón; mientras que el RC Deportivo está sufriendo muchísimo en este inicio de campaña, hasta el punto de que no está ahora mismo en puestos de descenso por el golaverage. Para superar esta mala racha se encomiendan a Riazor, que sigue entregado a los suyos.
