Goles son amores, así que lo que vivimos en Balaídos fue una oda al fútbol romántico. Vimos hasta siete goles bien repartidos entre el RC Celta Fortuna y el CD Arenteiro, eso sí, con premio para los locales, que fueron quienes se llevaron el gato al agua en un encuentro repleto de emociones, pero donde siempre fueron los celestes quienes dominaron el marcador.
Entre el minuto 47 y el minuto 63 hubo seis goles, tres para cada equipo, un auténtico festín
Quien se fuese al baño después del descanso y tardase de más quizás se llegó a perder hasta tres o cuatro goles. Los locales llegaron al entretiempo con ventaja por la mínima, pero fue salir de vestuarios y dio la impresión de que salió todo el mundo menos las defensas. Entre el minuto 47 y el minuto 63 hubo seis goles, tres para cada equipo, un auténtico festín.
Además, cabe destacar que la mayoría de ellos fueron de una bellísima factura. Ambos conjuntos demostraron en el césped de Balaídos que juegan un fútbol muy atractivo, asociativo, dinámico… y esto origina la posibilidad de ver pases imposibles entre líneas, definiciones llenas de confianza y alguna que otra parada de los porteros, que ciertamente están más vendidos de lo que les gustaría.
En el CD Arenteiro el futbolista que sigue en estado de gracia es Luis Chacón. Los gallegos continúan siendo el mejor recién ascendido del grupo a pesar de la derrota, y en gran parte es gracias al atacante del Arenteiro, que está de dulce en este inicio de campaña. De hecho, suyo fue el 4-2 que metió a su equipo en el partido, pero que fue insuficiente para sumar algún punto.
RC Celta Fortuna y CD Arenteiro nos regalaron un partido con siete goles y siete goleadores distintos. Fútbol de salón y dos propuestas atrevidas que cada vez se ven menos en este fútbol tan cuadriculado, donde las defensas se suelen imponer a los ataques. Para el espectador neutral fue un partido maravilloso, para Claudio Giráldez y Javi Rey quizás no lo fue tanto.