Desafortunadamente, no es novedad. Las agresiones arbitrales están a la orden del día, bien porque se producen más o bien porque cuando se producen son más noticiables. En esta ocasión, un futbolista propinó un puñetazo a un árbitro de solamente 21 años en un partido de Segunda Catalana entre el Palau d’Anglesola y el Agramunt. Por ello, la Federació Catalana de Futbol (FCF) le ha sancionado con 27 partidos de suspensión.
el agresor ha sido expulsado del club
Todo ocurrió cuando el colegiado señaló el tiempo de descanso y los futbolistas de ambos conjuntos comenzaron a pelearse. Los dos jugadores que iniciaron la tangana vieron la cartulina roja directa y uno de ellos le propinó un puñetazo en el labio al árbitro. Éste decretó la suspensión del partido y marchó a un centro sanitario para ser curado y denunciar la agresión.
Así pues, tras más de un mes sin veredicto por parte de la FCF, el agresor ya cuenta con una sanción que, eso sí, no cumplirá. El Agramunt decidió expulsarle del club tras los hechos y, como es lógico, no podrá descontar jornadas de castigo. Una acción violenta que le alejará de los terrenos de juego de forma definitiva.