Hace algo más de una década que los campos de fútbol de césped artificial empezaron a proliferar en la geografía española. Antes de la aparición del césped artificial, en la Comunitat Valenciana era habitual que la mayoría de los campos de fútbol de categorías inferiores a Tercera División fueran de césped natural (muchos de ellos en mal estado) o de tierra.
En la actualidad abundan los campos de fútbol de césped artificial. Raro es encontrarse con algún campo de césped natural o incluso de tierra. Sin embargo, aún quedan campos como los de antaño, sobre todo en las categorías más bajas como la Primera o Segunda Regional.
Los que han jugado al fútbol saben que cuando terminabas un partido de fútbol en un campo de tierra salías magullado y con raspones en las rodillas. Además, se acuerdan del sonido del balón al botar en el suelo, del polvo flotando en el ambiente y con todo el pueblo animando desde la grada.
El caso del CFA Quart de les Valls
La Federació de Futbol de la Comunitat Valenciana se hace eco de esto en un artículo reciente con el ejemplo del CFA Quart de les Valls. Este humilde equipo de la provincia de Castellón juega todos sus partidos en el campo de fútbol del Polideportivo Municipal de la localidad. Y ese campo no es ni de césped natural ni artificial; es de tierra.
En su debut en casa en la presente temporada en el grupo II de Primera Regional, se enfrentó al CFA Burriana-Salesianos en un partido que terminó con victoria del Quart por un gol de Sebastián Corral.
Sorprende el hecho de que el club cuente con alrededor de 700 socios y más de 300 espectadores acudan cada jornada al campo de fútbol a animar a su equipo. Sobre todo, si tenemos en cuenta que la localidad solo tiene 1.000 habitantes.
¿Cómo son los campos de tierra que siguen ‘vivos’?
Casa vez hay menos campos de tierra, pero es en estos campos donde se respira el auténtico fútbol, el de toda la vida. La FFCV se ha propuesto ayudar a dar visibilidad a esta situación a los clubes que aún mantienen la superficie más dura.
Cada club tiene su propia historia y cada caso es diferente. No obstante, los campos de tierra suelen estar en manos de entidades públicas y situados en zonas más despobladas. El césped artificial no es barato y por ello se necesita la ayuda de las instituciones públicas para poder costearlo.
El objetivo de la FFCV es ayudar a esos clubes a que en un futuro desaparezcan los campos de tierra en toda la Comunitat Valenciana, en detrimento del llamado ‘fútbol vintage’.
