El fútbol es caprichoso. En muchas ocasiones, los detalles y los momentos pueden decidir si una trayectoria es exitosa o si se convierte en un infierno. Una mala caída en etapa formativa, un tropiezo en un partido amistoso o una entrada dura cuando mejor estabas. El todo o la nada. La mala fortuna se cebó con Carlos Cervelló, jugador del fútbol regional valenciano, cuando hace tres años comenzó su infierno con las lesiones. Hace escasos días anunció que colgaba las botas con apenas 25 años. El central de Catarroja habla para Golsmedia sobre los efectos físicos y mentales de este proceso, sus pensamientos y sus consecuencias.
Pregunta: ¿Cuándo comienzas tu calvario con las lesiones y cómo es el proceso de caer y levantarte?
Respuesta: Me lesiono en octubre de 2019 jugando en el Alginet en un partido en Canals con un césped bastante jodido. Me recupero, vuelvo a jugar en Ribarroja después de hacer rehabilitación. Empecé en agosto siendo titular con el equipo primero y en abril me vuelvo a lesionar. Fue en un partido en casa contra Tavernes Blanques. Empiezo mi segunda recuperación con mucho gimnasio con preparador físico. La primera rehabilitación fue con Andrea Paredes y la segunda con Pablo Ortiz. También paso muchas horas de fisioterapia con Álvaro Porcar, el fisioterapeuta del Ribarroja, que me ayudó mucho y es muy amigo mío. Es un proceso pues muy largo y muy paciente, de pasos cortos, todo va muy pautado. El proceso es el siguiente: comienzas después del día de la operación y empiezas a empezar a moverte un poco en la cama, a flexionar las rodillas. A los tres meses empiezas a correr y previamente te vas quitando las muletas. Empiezas a caminar poco a poco, empiezas a ir al preparador físico a hacer algunos movimientos… es un proceso muy lento, pero también es bonito. Ver cómo evoluciona la pierna, empezar a caminar o a correr… son objetivos que te vas poniendo y son muy cortitos y muy lentos, pero al final cuando menos te lo esperas estás otra vez en el campo.
P: Pese a que tu carrera haya sido corta, has militado en Alginet, Ribarroja o Alberic, grandes clubes del fútbol valenciano, pero… ¿cuál ha sido tu mejor momento?
R: Sí, son dos clubes bastante bastante históricos de la categoría y de los que guardo buen recuerdo. Sobre todo por mi paso en Ribarroja creo que no he estado más a gusto y mejor en un club en cuanto a compañeros, en cuanto a estructura de club, en cuanto a míster y, sobre todo, en Ribarroja viví momentos muy chulos. Es verdad que la lesión me quitó la opción de jugar las dos promociones que hicimos pese a haber participado en los dos años, pero sin duda creo que el momento más bonito. Cuando yo llegué a Ribarroja después de volver de la primera lesión de cruzado, jugar todo en un equipo como el Ribarroja e ir líder para mí era un premio brutal. La segunda vez que me lesioné, que estaba en Ribarroja, el club aguantó porque quería que estuviera allí. Yo aguanté allí y volví. Empecé en agosto en pretemporada, pero reaparecí en abril en el campo del Vilamarxant. Debuté y en cuatro minutos metí gol. Un golazo desde fuera del área. Vino todo el equipo a abrazarme y el míster me dijo que se emocionó con ese gol. A San Isidro le agradezco un montón de cosas y creo que ese ha sido mi mejor momento.
«marqué al reaparecer tras mi segunda lesión de rodilla y el míster se emocionó con el gol»
P: ¿En qué momentos decides definitivamente que vas a dejar el fútbol?
R: Después de la segunda lesión parecía que se cerraba el círculo. En Ribarroja, pese a que me dieron oportunidades, no terminé de estar al nivel que yo quería estar y que yo había tenido antes de la lesión. No acabé de jugar muy a gusto, entonces por mi nivel y demás decidí salir de allí a buscar minutos. Me fui Alberic, un equipo que también quería y tenía aspiraciones de estar arriba, había un muy buen equipo. En Alberic me lesioné en pretemporada, iba con la ilusión de jugar y creo que iba a empezar jugando. La putada es que me lesioné en pretemporada y el primer partido solo puedo jugar 10 minutos, pero a partir de ahí sí que sí que acabé jugando de titular. Ya había sufrido tres roturas de aductor y decidí continuar hasta esta última, que me he roto hace un mes el aductor. Ahí ya decidí dejarlo porque mi salud es más importante. He dedicado mucho tiempo al fútbol y no me compensaba.
P: Después de dos lesiones graves de rodilla, ¿juegas con miedo a recaer?
R: Al segundo año en Ribarroja no terminé de estar a gusto porque no estaba a buen nivel físico. Miedo por la rodilla no tenía, pero no estaba bien a nivel físico. En Alberic cuando no tenía problemas en el aductor la rodilla me respondía bien y no tenía miedo de recaer, la verdad. Hice una buena recuperación, me notaba bastante seguro con la rodilla. No tenía más continuidad por el aductor, que no me dejaba jugar cuatro jornadas seguidas con normalidad. Es cierto que mi cuerpo, después de dos operaciones de rodilla, sufrió un bajón físico brutal. En cuanto a velocidad, en cuanto a saltar, en cuanto a capacidades básicas en general. Yo me notaba al 50 %. La base de la decisión de que yo deje el fútbol es que jugar al 50 % es muy frustrante. No me gusta jugar al 50 %. Me frustra mucho porque soy muy ambicioso conmigo mismo y por eso decidí dejarlo.
«decidí dejarlo porque mi salud es más importante»
P: Durante este proceso contaste tu proceso de recuperación en Golsmedia. ¿Cómo ha sido este transcurso y cómo lo has llevado?
R: Es un proceso enel cual Golsmedia se preocupó mucho por mí, sobre todo Carlos Gallardo. Pero creo que es un proceso muy solitario. Al final en el primer momento cuando te lesionas todo el mundo está pendiente de ti. Es normal. Es un proceso muy largo muy solitario. Sobre todo yo lo llevaba bastante individualizado. Lo he enfocado en mí, no lo he exteriorizado nada. Es cierto que la gente, cuando vas a entrenar, te pregunta. La gente que no lo ha sufrido no creo que sepa lo forzoso que es, lo frustrante que es ver cómo pierdes habilidades porque simplemente te has operado de la rodilla. Para mí eso es lo más lo más jodido. No volver a estar a tu nivel es una cosa bastante dura y creo que la gente que no la ha sufrido no lo llega a percibir.
P: ¿En quién te has apoyado más durante estos tres años?
R: En mi familia. Sobre todo han estado los días posteriores a operaciones, cuando yo estaba encamada, a traerme comida, a traer amigos, etc. La familia es muy importante. También me ha apoyado mucho en mi fisio de Ribarroja, Álvaro Porcar. Es muy buen fisio. Hemos tenido conversaciones larguísimas en el en el cuarto de fisioterapia, me he hecho muy amigo de él. También preparadores físicos como Pablo y Andrea Paredes. Alejandro San Isidro, el míster del Ribarroja, también es una persona que ha confiado mucho en mí a pesar de tener esas lesiones. O también Carlos Romeu, que me llamó para ir a Alberic y con quien ya coincidí en Alginet.
«la gente no sabe lo frustrante que es ver cómo pierdes habilidades porque simplemente te has operado de la rodilla»
P: Ahora, empieza una nueva etapa en tu vida. ¿Cómo ves tu aventura como entrenador?
R: Como entrenador llevo ya ocho años. Me gusta mucho el fútbol y es la razón más importante por la que soy entrenador. Me gusta mucho verlo, me gusta mucho formar a niños porque son como páginas en blanco en las que tú puedes escribir y ellos van a ir a muerte con eso. He probado todo tipo de categorías y las que más que me gustan son alevines, porque es una mezcla de la inocencia de un niño y las capacidades físicas, técnicas y tácticas de casi un adulto. Es donde más disfruto. Soy un entrenador al que le gusta mucho analizar al rival y preparar entrenamientos en función del rival, pero partir de una base muy sólida que establecemos en el equipo. Una identidad de juego. A partir de ahí vamos variando según el rival. Gasto mucho tiempo en preparar entrenamientos, en ver rivales, pero no es tiempo malgastado para mí. Es una carrera que yo quiero. Quiero mejorar, quiero seguir creciendo y ojalá sea igual o mejor que la que tenía como como jugador.
