Hace mes y medio se produjo una agresión violenta absolutamente rechazable en la localidad de Torija de Guadalajara. Tras arbitrar dos encuentros sin demasiadas incidencias desde el punto de vista deportivo, Abdessamad Mokhtar El Kharaifi, de 23 años de edad fue salvajemente agredido junto a su hermano, cronometrador, a las fueras del pabellón por un grupo de personas que el colegiado identifica como jugadores y aficionados del equipo local.
El saldo de la brutal encerrona ha dejado cinco placas en la cara de Abde, a quien rompieron la mandíbula de una patada y a punto estuvieron de hacerle perder su ojo izquierdo, donde el derrame de la herida aún es evidente. Todavía sigue medicándose, con problemas para conciliar el sueño y sufre pesadillas que le recuerdan los golpes que un grupo de desalmados le propinaron.
«Veo que últimamente se están normalizando las faltas de respeto contra los árbitros y es algo que debería acabarse»
Este miércoles, en el contexto de la reunión con los clubes de la 1ª División de Fútbol Sala, el árbitro alcarreño ha recibido el apoyo, el cariño y el respaldo a su labor por parte del presidente de la RFEF y los representantes de todos los equipos de la máxima categoría. Rafael Louzán ha entregado una camiseta personalizada de la Selección Española a este joven colegiado nacido en Guadalajara y que ha agradecido lo que califica como «un detallazo y un gran gesto por parte del presidente de la RFEF, que se agradece mucho y que se me quedará para siempre».
Con su completo restablecimiento como principal objetivo, Abdessamad pide solamente que a los árbitros «se nos respete igual que a cualquier otra persona. Al igual que a nadie se le ocurre insultar al cajero o al dependiente de una tienda cuando va a comprar, a un árbitro también se le debe respetar. Yo, como juez dentro del campo, no puedo faltarle al respeto a un jugador, a alguien en la grada ni a nadie dentro o fuera del campo. Veo que últimamente se están normalizando las faltas de respeto contra los árbitros y es algo que debería acabarse», concluye
VÍDEO RFEF: