El central César Caneda (Vitoria, 10 de mayo de 1978) es el ‘abuelo’ del fútbol español. Con cerca de 900 encuentros profesionales a sus espaldas, la edad es un número para este profesional con mayúsculas. Su extremo sacrificio le ha hecho llegar como un avión a estas alturas de temporadas. Y no tiene prisa por colgar las botas, más bien al contrario, como demostró este fin de semana.
Tras varios años en la UD Logroñés, los blanquirrojos ascendieron a Segunda División y no contaron con él. Su solución fue cambiar al otro equipo blanquirrojo de la ciudad: la SD Logroñés. No pudo empezar mejor su aventura con los de Albert Aguilá: titularidad y gol. Un caso único en este deporte.
UN CENTRAL INCOMBUSTIBLE
P. – Un gol para empezar tu aventura con la SD Logroñés. ¿Se puede empezar mejor?
R. – Sí, sobre todo con la victoria del equipo. Pudimos ganar en casa a un buen rival y estamos muy contentos de que la competición empiece así. Tenemos que apretar desde el principio para no llevarnos sorpresas.
P. – Habéis construido un equipo que combina la columna vertebral del año pasado, talento joven (Bilal, Cordovín, Diego Esteban) y veteranía (tu caso y Rodellar). Hay buenos mimbres…
R.- Si tienes un equipo que ya funcionaba en Tercera, no tienes que cambiar tantas cosas en Segunda B. Creo que hemos conseguido mantener la antigua estructura, y eso es muy importante para cuando pasemos momentos difíciles. Luego los fichajes ya son cuestión de la directiva, que es la que tiene que acertar para que todo salga bien.
P. – Cambiaste de equipo, pero no de ciudad. ¿Por qué decidiste dar el paso?
R. – Sí, cuando no te quieren en un sitio te tienes que buscar la vida. Es cierto que ellos mostraron mucho interés y creyeron que podría rendir en la categoría y en el club. Encantado de poder ser parte de este club y mucho más allá de lo que pueda pensar la afición o los gente que esté en desacuerdo»
P. – Desde tu experiencia: ¿por qué objetivo debería luchar la SD Logroñés?
R. – Sí, con el paso de los años he aprendido a ser más cauto en este sentido. Te pondría meter la moto y decir que tenemos capacidad para llegar a la ‘Pro’ o incluso a Segunda División. Podría parecer conformista si digo que lo ideal sería mantenernos. Prefiero solamente ponerme objetivos a corto plazo, la competición nos lo dirá donde estamos, creo que sería incoherente ponernos un objetivo.
P. – ¿Cómo se vive el deporte con las restricciones de la pandemia en La Rioja (instalaciones deportivas cerradas hasta las nueve de la noche, medidas de seguridad….)
R. – Intentamos adaptarnos, como toda la sociedad, es algo que nos ha tocado vivir y nos ha obligado a saber cómo comportarnos en una situación así. Adaptarnos a las circunstancias, no poder ducharte, no poder compartir vestuario en los previos al partido. Circunstancias que nos han hecho adaptarnos y que tenemos que aceptar por el bien del grupo. Ya hemos pasado unos casos importantes, como para hacer el tonto»
P. – Durante este fin de semana, el CD Alberite y el Náxara CD han expresado su descontento por la falta de seguridad sanitaria. No hay PCR en Tercera: ¿una categoría más arriba, como percibís la situación?
R. – Claro, al final el nivel de exigencia puesto por las entidades sanitarias quizá no tiene en cuenta el poder económico de los clubes. Entiendo que en Primera y Segunda, con todo el dinero que mueve, sean normales los PCR y todas las situaciones. Pero claro, en clubes como los nuestros es complicado adaptarnos a las circunstancias de cada equipo. Espero que por parte de la Federación y el Ministerio de Sanidad se llegue a un acuerdo para que nosotros estemos lo mejor protegidos posible.
P. – ¿Cómo se gestiona el no haber podido entrenar en el campo donde soléis jugar vuestros partidos?
R. – Jugamos un partido esta semana, ahora por el tema del mal estado del césped, nos han impedido entrenar aquí. Intentamos llevarlo de la mejor manera, no nos podemos poner a malas y enfadarnos y tenemos que intentar llegar a un consenso entre todos. No podemos exigir que nos obliguen mientras esta empresa necesita poner a tope el campo. Si necesitan dos semanas más para ello, pues será lo mejor. No creo que sea lo más adecuado entrar ahora en discusiones absurdas»