Todos sabemos lo que implica un derbi: duelo de aficiones, mil balones divididos, intensidad en su máximo expresión y goles, muchos goles. El derbi asturiano fue la definición más sencilla del fútbol: alternativas en el marcador, entrenadores echando humo de la cabeza para ganar la partida de ajedrez y jugadores yendo al límite de su físico.
Cuando dos equipos se entregan así lo normal es que ambos se lleven premio, y al final lo que rascaron fue un punto cada uno
Cuando dos equipos se entregan así lo normal es que ambos se lleven premio, y al final lo que rascaron fue un punto cada uno. Quizás a los de Emilio Cañedo les sepa a menos, pues jugaban en el Román Suárez Puerta y querían regalarle una gran victoria a los suyos, sin embargo, durante una pequeña parte del encuentro vieron cómo podían marcharse de vacío, por lo que el punto no es tan malo.
El encuentro comenzó espeso. Los dos conjuntos se respetaron en exceso y apenas había participación en las áreas hasta que Jorge sacudió el larguero en el minuto 29. Tras esta ocasión, llegaría diez minutos más tarde el primer tanto del encuentro, obra de Claudio tras una gran jugada de Natalio. Con esta ventaja por la mínima para los locales se llegaba al descanso.
Ya en la segunda parte, los de Emilio Cañedo estuvieron cerca de hacer sangría en el marcador, sin embargo, lo que llegó fue el tanto del empate. El UP Langreo reaccionó de forma perfecta, y tanto fue así que en el minuto 66 ya estaban por delante tras los goles de Joselu y Gonzalo. Eso sí, la alegría les duró cinco minutos, pues en el 70 Mecerreyes volvía a poner las tablas.
En los instantes finales fueron los locales quienes trataron por todos los medios de llevarse los tres puntos, pero apenas inquietaron a un UP Langreo muy serio, que jugó de una forma fantástica todas sus bazas en este derbi. Con este empate, el Real Avilés suma 6 puntos y está noveno, mientras que los de Javi Vázquez salen de la zona de descenso y se quedan con 5 puntos.
