El Real Oviedo logra imponerse, a domicilio, al Sporting en un duelo condicionado por el mal estado del terreno de juego. Vanderson logró la única diana del derbi. En el otro partido de la jornada, el CD Covadonga le da la vuelta al marcador en la segunda mitad para lograr su segunda victoria consecutiva como local.
S. 12.00 horas. REAL SPORTING DE GIJÓN “B” – CD REAL OVIEDO “B” (0 – 1). Mareo.
Derbi anodino, con poco fútbol, que se decantó para los azules, merced al gol anotado por Vanderson en el minuto 83 del choque. El Real Oviedo respira tras lograr los tres puntos, mientras que el Sporting se hunde en la tabla clasificatoria.
El partido fue muy disputado entre los filiales de los equipos referentes del Principado. Puso algo más el Real Oviedo y finalmente se llevó el choque. Arrancaron los dos conjuntos muy condicionados por la incesante lluvia y por el mal estado del terreno de juego. Mucha agua caída sobre el verde del Pepe Ortíz de la Escuela de Fútbol de Mareo.
Samuel Baños contó bajo palos con su portero titular. Cristian Yoel, habitual con los mayores, se pudo poner los guantes en la portería del filial rojiblanco. El partido comenzó sin un claro dominador y con la dificultad de jugar por bajo la pelota por los numerosos charcos en el piso del campo 1 de mareo. La imprecisión era la tónica general de las dos escuadras. No se veían opciones de peligro en las áreas. Sin embargo, con el paso de los minutos el conjunto visitante se iba encontrando en el verde y dispuso de alguna opción de peligro mediada la primera mitad. El colegiado anulaba dos goles a los azules. Uno a Javi Cueto y otro a Joselu Guerra. El primero por fuera de juego y el segundo por falta previa en ataque. Jugadas protestadas por la parroquia ovetense de manera ostensible. Con el empate sin goles se llegaba al tiempo de asueto.
En el segundo periodo el filial rojiblanco adelantó sus líneas tratando de presionar más arriba y recuperar el cuero en campo contrario. El dominio pasó al bando local, pero sin peligro en la zona de castigo. Los dos conjuntos comenzaron a dar entrada a hombres de refresco. En los locales entraba Pelayo Morilla para hacer las funciones de hombre más avanzado. Por parte de los azules, Eloy Ordoñez tomaba el relevo de un desaparecido Ton Ripoll.
Le salió bien el cambio a Emilio Cañedo, pues Eloy Ordoñez, que apenas llevaba tres minutos sobre el verde, servía el cuero a Vanderson que lograba el único tanto de la matinal del sábado en la Escuela de Fútbol de Mareo. Asistencia del extremo ovetense para que el ariete inaugurara el encuentro e hiciera justicia a los méritos de ambas escuadras.
Tras el tanto, el Sporting se lanzó a la desesperada tratando de lograr la igualada, pero el filial azul consiguió repeler las acometidas de los rojiblancos para lograr hacerse con el triunfo. Respira así el Vetusta, que toma aire en la clasificación saliendo de los puestos de peligro. Por su parte, el Sporting se mete en mayores dificultades en la clasificación, viendo como el CD Covadonga los supera.

S. 17:00 horas. CD COVADONGA – CLUB MARINO DE LUANCO (2 – 1). Álvarez Rabanal.
Segunda victoria consecutiva para el CD Covadonga en un partido que se les puso cuesta arriba en las postrimerías del primer asalto con el gol de Alberto Lora para el Marino. Sin embargo, los de Fermín Álvarez lograron voltear el marcador en el segundo periodo, consiguiendo su segunda victoria en la categoría de bronce del fútbol nacional.
Llegaban al Álvarez Rabanal los dos últimos clasificados del subgrupo B, el CD Covadonga y el Club Marino de Luanco. Ambos llegaban con moral, pues habían ganado sus compromisos en la pasada jornada y ambos inauguraban su casillero de victorias en la presente campaña. El paralelismo era manifiesto, así como la necesidad de puntuar, pues el que cayera derrotado se hundía en la tabla. Con la responsabilidad del choque y las urgencias comenzaba una primera mitad encorsetada por los dos equipos. Algo más activos en la parroquia visitante que tuvieron en las botas de Luis Morán, con un golpe directo de falta, la mejor ocasión de una primera mitad sin dominio por parte de ninguno de los dos contendientes. Todo esto bajo el aguacero que caía incesante sobre la capital del Principado, al igual que lo estuviera haciendo durante toda la jornada. El verde tenía agua y era difícil jugar por abajo. De todas maneras, el sintético del Rabanal se precia a buscar el cuero directo, merced a lo reducido de sus dimensiones. En esto llegaría un acción desde la esquina para los visitantes, que tras una sucesión de rebotes, le llegó el esférico a las botas de Alberto Lora, desde la frontal, golpeaba el cuero para ajustarlo al palo izquierdo de la meta local, abajo donde hace daño y lograr así adelantar a los de Gozón cuando corría el último minuto del primer asalto. No hubo tiempo para más. Final de la primera mitad y los jugadores a aguardarse del diluvio asturiano, protagonista en las citas deportivas de la región.
Tras el descanso, saldría bien la escuadra visitante y Alberto Lora la volvería a tener clara para adelantar por segunda vez a los suyos. Pero su disparo, dentro del área, era repelido por el travesaño.
El preparador de los locales, Fermín Álvarez, movería el banquillo dando entrada a tres efectivos de una tacada. Renovaría la parcela ancha situando a Alfonso Artabe, habitual efectivo de la zaga, futbolista con buen trato de balón, pero corpulento. Artabe era acompañado por otro jugador de características similares como Pablo Tineo. Buscaba el técnico local más músculo en la zona ancha. Y la jugada le salió de cara. El Covadonga empezó a asomarse al área contraria y en el minuto 26 de la segunda, una bola rechazada, tras una falta lateral, el cuero le llegaba al lateral ovetense Pablo Catiello, que remataba a portería ajustando el lanzamiento al palo derecho del marco visitante y llevando así la igualada al encuentro. Muy parejos los dos tantos, con sendos remates desde la frontal, rasos y ajustados a la cepa del poste.
Con el empate, el guion del partido siguió por los mismos derroteros. Mayor presencia con el cuero de los visitantes y juego directo, sin especular de los de casa. El encuentro no tenía dominador y la pelota rondaba las dos áreas. La suerte se podía caer para cualquier lado, pero esa suerte le sonrió a los de casa que veían como en el minuto 40 de la segunda mitad, Javi Martón se aprovechaba de una indecisión en la zaga luanquina para llevar el segundo cuero al fondo de las mallas de Chechu Grana y darle la vuelta al luminoso en el segundo periodo. Si la suerte le fue esquiva al Covadonga en jornadas pasadas esta vez la moneda cayó de cara y el CD Covadonga lograba voltear el electrónico a su favor.
Sin embargo, aún iban a pasar cosas. En el último minuto del tiempo extra se lesionaba Asier en la parroquia local y Álex Árias esperaba con el esférico desde la equina para botar un córner. El avilesino buscó el corazón del área y la zaga repelió de nuevo a saque de esquina. Era la última jugada. El tiempo se había cumplido. El avilesino, Álex Árias, era el que lanzaba la bola desde la esquina. El lanzamiento, muy cerrado, se estrellaba en el travesaño. Era el segundo balón estrellado en la madera por los de Oli Álavez. Se dio por cerrado así el partido con los tres puntos para los de casa que suman su segunda victoria consecutiva. El Club Marino de Luanco se queda de esta manera cerrando la tabla, último con 4 puntos en su casillero.