Un gol de Sebas Moyano en el tramo final del choque resolvió un choque igualado entre dos equipos que se anularon muy bien y ofrecieron un buen partido en el Pedro Sancho. Con esta victoria los de Manolo Sanlúcar se asoman al primer puesto de la tabla. Por su parte, el Tudelano sufre la primera derrota de la temporada.
El encuentro comenzó activo con goles tempraneros. Los zaragozanos se adelantaron bien pronto tras una buena internada por el perfil diestro. El Ebro encontró ese resquicio que ofreció el Tudelano. Erró Diego Royo en el despeje, al que no llegó, y Jairo aprovechó la ocasión para empalar bien el centro y establecer el primero de la mañana.
El ritmo fue frenético, la sesión matinal empezó intensa. Jairo pudo poner tierra de por medio y Diego Suárez amagó para el empate pero un Loscos bien situado detuvo el tiro. No iba a poder parar el balón dos minutos después. Una falta central bien enviada al corazón del área la aprovechó Álex Sánchez para con un poco de polémica facilitar la pelota a Sarriegi que tras guardar bien el balón, lo cedió para que el propio Álex Sánchez diese continuidad a la jugada y estableciera el empate.

Con el gol, bajaron las revoluciones y los dos equipos se serenaron. Entró el partido en esa otra fase de control y dominio ya que hasta el momento el caos predominaba.
Más control en la segunda parte
La segunda mitad fue más táctica, ambos equipos sabían que el contrario podía hacer daño en cualquier momento tal y como se había demostrado en el primer acto. Fruto de ello, apareció un poco más el conservadurismo de ambos equipos.
Sin embargo, tanto Sanlúcar como Martín sabían que en cualquier momento ambos conjuntos podían marcar. Movieron piezas, sobre todo los locales busando reactivar el juego con un triple cambio. También lo hizo el Tudelano dando entrada a Rodrigo, más vertical.
Pero hubo que esperar al tramo final para poder ver el gol que rompió definitivamente el partido. Una gran acción entre Palomares y Blas, que acababa de entrar, por el costado derecho, acabó con un disparo del andaluz al travesaño y ahí apareció en el rechazo Sebas Moyano para de cabeza romper el partido.
Fue un latigazo, un golpe contundente a los intereses de unos y otros. En la única aproximación de peligro clara de los dos equipos en la segunda mitad, el Ebro encontró el premio a un partido muy complicado.
De ahí hasta el final, los navarros lo intentaron pero no encontraron el camino y los aragoneses celebraron el triunfo que les coloca como líderes provisionales.