«Si vamos a un campo de entrenamiento a ver que hacen allí, tenemos que tener la razón de todo el mundo, en qué condición está» ha señalado Juan Grangel Vicente, Director de la Oficina Nacional de Lucha contra el Fraude, dependiente de la Inspección de Trabajo. Desde este organismo del Ministerio de Trabajo resaltan que aunque categorías como Tercera División «no está considerada como profesional, sus deportistas deben ser valorados como deportistas profesionales».
Este citado directivo ha participado en una reciente ponencia en un seminario organizado por la Asociación de Futbolistas Españoles en Madrid este martes. En este encuentro, como ya contamos en Golsmedia, se analizaron temas tan interesantes como el truco de algunos clubes por ahorrarse un mes de la Seguridad Social y lo cara que les podía salir si así lo hacían.
Otro tema relevante que se puso encima de la mesa fue la figura del «voluntario» en un equipo de fútbol. ¿Puede ser voluntario el hombre o la mujer que vende las entradas? ¿Y el speaker del estadio? ¿Y un físio de un club de Tercera División? Juan Grangel Vicente, el máximo responsable de la lucha contra el fraude en España lo cuestionó.
«Hay padres que pagan 200 euros al mes para que juegue su hijo, nos cuesta entender el fin voluntario de este escuela deportiva»
El ponente recordó que según la ley el voluntario se define por aquel que realiza «el conjunto de actividades de interés general desarrollados por personas físicas siempre que reúnan los siguientes requisitos: carácter solidario, sin causa en una obligación personal o deber jurídico y sea asumido voluntariamente, que se desarrollen a través de actividades voluntarias, con arreglo a programas concretos, y sin contraprestación económica o material».
En su opinión, Juan Grangel Vicente, resalta que ese interés general se basa en que este hombre o mujer voluntario «contribuye a la cohesión ciudadana y social, y por ejemplo, la persona que corta una entrada de un club en la puerta, me cuesta pensar que sea voluntaria según esto». Además, el directivo destaca que hablar de un club de Segunda B o Tercera como «una sociedad sin ánimo de lucro cuando consigue unos beneficios por una serie de ingresos es difícil», y añade: «en estas entidades hay padres que pagan unos 200 euros al mes para que sus hijos jueguen, nos cuesta entender el fin voluntario de una escuela deportiva».
«El Registro de la Jornada también es una obligación en estos trabajadores, los futbolistas»
En conclusión, el responsable de este organismo considera que el mundo del fútbol debe reflexionar sobre esto y encontrar soluciones a estos casos que vienen así establecidos por la ley y que muchos clubes «desconocen», porque esta figura del voluntario «se ha generalizado mucho pero solo se puede realizar así en unos determinados supuestos».
En esta ponencia en Madrid promovida por la AFE, Juan Grangel Vicente también recordó que el Registro de Jornada en los trabajos que se ha implantado en España en los últimos meses «también es una obligación en estos trabajadores, los deportistas profesionales». Aunque el directivo reconoció la dificultad de llevarlo a la práctica, ya que según la norma actual los desplazamientos y concentraciones no se reconocen como horas de trabajo, en cambio sí las horas de entrenamiento, el tiempo de recuperación en el gimnasio, las horas de partido…por tanto, habrá que trabajar en definir correctamente el horario del futbolista profesional en estas categorías.
