Historias como la suya hay muchas en el fútbol. Alvaro Hernáiz Perera, jugador nacido en noviembre del 97 en Madrid, tomó este invierno una de las mejores decisiones de su vida, no solo a nivel futbolístico, sino también a título personal. El exjugador del Albacete Balompié B y del Deportivo Santa Ana firmó en verano con el CF Trival Valderas para formar parte de un equipo con historia y grandes aspiraciones en la Comunidad de Madrid. Después de dos temporadas a un gran nivel a orillas del Carlos Belmonte, Álvaro decidió retornar a casa para intentar ascender a Segunda RFEF con el CD Marchamalo.
Sin embargo, el inicio de competición de los verdiblancos no fue el esperado, de modo que el ’10’ fue perdiendo protagonismo en el equipo. Después de su primer gol en la Jornada 1 contra el Pinto, y de repetir titularidad frente a la AD Parla, el CD Móstoles y el RCD Carabanchel, David Galán decidió relegarle al banquillo, donde estuvo durante varias jornadas consecutivas. La falta de regularidad le inquietó, ya que después de dos temporadas a un buen nivel en el filial de un histórico como el Albacete, el centrocampista añoraba una mayor presencia en el once trivalero.
Después de varias semanas reflexionando sobre su futuro, y viendo el mal camino que por aquel entonces estaba tomando el equipo, Álvaro acordó con el club la rescisión de su contrato. Días después, el CD Marchamalo hizo oficial su incorporación a la plantilla. A finales de enero y a comienzos de febrero, tras acumular tres suplencias en cuatro encuentros de liga, el madrileño pudo caer en el error de pensar que la decisión de marcharse no había sido la correcta, pero a base de esfuerzo consiguió abrirse un hueco en el once de Aitor Gómez, que le concedió la titularidad desde el 21 de febrero, día en el que marcó su segundo gol con la zamarra del cuadro manchego.
Una semana antes, frente al CD Villacañas, el ’16’ gallardo ya demostró, estrenándose como goleador, su acierto de cara a portería, el mismo con el que finalizó una increíble fase regular contra el CD Guadalajara. Nada que decir de su espectacular post-temporada, en la que sin duda ha sido uno de los que más ha tirado del carro para llevar al equipo y al club a lo más alto. Fue titular indiscutible y en cada partido justificó la inquebrantable confianza que en él depositó su técnico. Fue protagonista con un tanto ante su exequipo, el Atlético Albacete, mientras que ayer hizo uno de los mejores partidos de la temporada con un gol que certificó el ascenso del CD Marchamalo a Segunda RFEF.
Ahora, después de ver el enorme éxito que ha tenido en el cuadro manchego, Alvarito puede estar muy orgulloso de haber sido valiente y haber tomado un camino distinto al que inició en los meses de verano. Inconformista y ambicioso a partes iguales, decidió emprender un nuevo viaje cargado de ganas e ilusión, las mismas con las que afrontará el año que viene su estreno en Segunda RFEF si llega a un acuerdo de renovación con el club.