La joven valenciana Meritxell Blesa Escriche,ex jugadora del Fènix Valencia e internacional con la selección española, está cumpliendo el sueño por el que tanto ha peleado. A sus 22 años ha logrado una beca de un año, con todos los gastos pagados, en la Embry-Riddle Aeronautical University de Daytona Beach (Florida).
Se trata de la mejor universidad del mundo de aviación y aeroespacio, una disciplina que en absoluto interesa a la estudiante de fisioterapia. Sin embargo le ha brindado la oportunidad de llevar a cabo su meta: aprender una manera completamente distinta de jugar al sófbol, su verdadera pasión.
La valenciana está becada un año en la Embry-Riddle Aeronautical University.
Beca
A los 13 años Meritxell descubrió el sófbol, una historia en la que ahondaremos más adelante. Su progresión le condujo a jugar en categorías superiores, ganar pequeños trofeos a título personal y hacerse un hueco en las convocatorias de la selección española.
Pero llegó un punto en el que se dio cuenta de que era insuficiente, que su progresión no iba a dar más de sí en la Comunidad Valenciana.“Cada año el equipo cambia de jugadoras y hay que enseñarles cosas. Al no ir al mismo ritmo sentí que estaba estancada y que tenía que cambiar de aires”, declara.
Las pocas oportunidades para seguir creciendo la han llevado a USA.
La valenciana tomó la determinación de dejarlo todo atrás y su novia le dio la idea de manera indirecta de irse a vivir el sueño americano. “La selección checa creó un programa preolímpico de entrenamientos allí y ella empezó a prepararse concienzudamente de manera más específica. Y yo, que soy muy picona, dije ah pues también quiero”.
Meritxell y su pareja comenzaron a entrenar “como locas” muchas horas a la semana. Cada tres meses, la República Checa realizaba concentraciones donde su novia podía poner en práctica el entrenamiento realizado. Algo que no podía hacer nuestra protagonista y que la empujó a girar su vida 180 grados.
El programa olímpico de la República Checa le inspiró para hacerlo.
“La Federación Española no estaba haciendo nada de ese estilo y no podía enseñar lo que había aprendido, que sirviera mi entrenamiento. Así que decidí buscar una universidad donde el sóftbol estuviera más arraigado y pudiera hacerlo”, relata.
Una entrenadora americana empezó a realizar clinics por España y la pareja de Meritxell le habló de ella. La valenciana acabó hablando con ella por Facebook y surgió la idea de pedir una beca para su universidad.
Meritxell se arriesgó mandando una solicitud.
Meritxell solicitó ayuda al preparador físico de la Universidad de Valencia, quien contactó con la agencia AGM por si podían encontrar algo para ella el pasado verano. La agencia le comunicó que aunque este tipo de trámites se realizan con dos años de anterioridad y al principio de carrera, iban a intentarlo por haber estado con la selección española y sus estadísticas.
Pasados unos días, AGM mandó un excel a Meritxell en el que le daban la beca con todos los gastos pagados para la Embry-Riddle Aeronautical University de Daytona Beach. Lo había conseguido. Iba a cumplir su sueño. “Me puse a llorar, no me podía creer que al final lo hubiera conseguido”.
La agencia AGM comunicó a Meritxell que había sido aprobada.
Experiencia americana
Meritxell está aprendiendo a pasos agigantados. Y es que en Estados Unidos el sóftbol cuenta con una cultura radicalmente opuesta a nuestro país . “En la Comunidad Valenciana las Ligas se quedan muy cortas, se lo toman como un hobbie y mucha gente no sabe ni qué es el sófbol”, critica.
La profesionalización de las ligas universitarias americanas es total, de hecho la entrenadora de Meritxell milita en el mejor equipo de la liga profesional americana. La valenciana agradece que “he mejorado muchísimo gracias a la competitividad y calidad de los entrenamientos”.
«He mejorado muchísimo gracias a la competitividad y calidad de los entrenamientos».
Inicios
Meritxell se sumergió en el sófbol en el club valenciano CBS Antorcha, que a los tres meses la invitó a un Campeonato de España disputado en Galicia y el que supuso el origen de todo lo que ha llegado con posterioridad. “Era la primera vez que viajaba sola, estaba muy emocionada”.
Aunque no jugó ni un solo minuto porque apenas llevaba tiempo en el equipo pudo vivir la esencia de un deporte hasta el momento desconocido para ella y que la cautivó por completo. Con el paso del tiempo lo jugó absolutamente todo en categoría infantil, llegando a proclamarse Campeona de España y recibiendo un título individual.
Empezó en el CBS Antorcha, después se marchó al Fènix Valencia.
Todo cambió cuando su entrenadora Eli les comunicó que no podía continuar al frente del club y que había creado uno nuevo: el CS Fènix Valencia. Meritxell decidió seguir sus pasos con los ojos cerrados por todo lo que ha significado Eli en su crecimiento personal más que deportivo.
“He tenido una infancia complicada, el sófbol ha sido mi desahogo y Eli me ha ayudado a desarrollarme como persona. Es como una segunda madre para mí, me ha enseñado lo que no me han enseñado en casa o en la escuela”, apunta emocionada.
Eli, una entrenadora que tuvo, le ha marcado muchísimo.
Con el Fènix Valencia, donde ha militado cinco años, logró conquistar el título de Liga Nacional. Una gesta que todavía no ha logrado asimilar y que conforma para ella “el mejor año de mi carrera sin duda”.
Meritxell es feliz. Está saboreando al 100% el sueño americano que está viviendo y que terminará el próximo verano, una aventura que como ella ha reconocido como anterioridad le ha mejorado como jugadora. Pero más allá de su gran historia, nos quedamos con que ha demostrado que los imposibles están sólo en la cabeza y que todo puede pasar si se lucha por ello.