Hecho poco habitual el que ha ocurrido en la segunda jornada de la Tercera riojana. El CD Alberite y el Náxara CD han protagonizado una curiosa escena en el primer minuto de encuentro. Los locales se sentaron sobre el terreno de juego, mientras que los visitantes protagonizaron se cubrieron la boca y la nariz con el brazo. Después de ello, comenzó el encuentro con normalidad.
FALTA DE SEGURIDAD SANITARIA
El pasado lunes, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció que los test serían obligatorios para todos los equipos, entre 72 y 48 horas antes de sus partidos. La realidad es que esas pruebas diagnósticas no han llegado al fútbol modesto. Sin posibilidades de realizar una ‘burbuja’ como en el fútbol profesional, los deportistas deben exponerse a posibles ámbitos fuera del campo de fútbol (trabajo y universidad, principalmente). Al fin y al cabo, la pelota solo es un hobby.
La situación empeora para estos futbolistas a la hora de compaginar el horario laboral con su afición. La Rioja atraviesa una situación extrema debido al coronavirus y fruto de ello, las instalaciones deportivas solamente pueden abrir hasta las nueve de la noche. Como los jugadores salen de la fábrica en torno a las ocho de la tarde, es imposible que puedan entrenar después.
La situación es compleja en una Tercera riojana cuyo horizonte se complica cada día más. Mientras la pandemia alcanza niveles nunca vistos de contagios, otras Comunidades Autónomas han optado por suspender otros grupos (Aragón y Asturias). ¿Será La Rioja la siguiente?