El Unión Adarve es, al menos durante esta semana, uno de los cinco líderes de la Segunda RFEF. Esta categoría, desconocida para todos, no se ha resistido a los encantos de un equipo que el curso pasado dio muchas pistas de su enorme potencial. Los de Diego Nogales lograron el ascenso después de una temporada fantástica, y su buena racha sigue hoy en día vigente. El equipo suma diez puntos merced a tres victorias y un empate. Para muchos, esta situación podría ser anecdótica teniendo en cuenta que solo estamos en la Jornada 5, pero hay muchas razones, hasta diez -tantas como puntos tiene el equipo-, que dan sentido al liderato de los lobos. Repasémoslas una a una:
- Continuidad del proyecto: La directiva demostró su confianza en César Gil y Diego Nogales, y ambos hicieron lo propio con los jugadores. Son muchos los que cumplen dos o más temporadas consecutivas en el Unión Adarve, lo que facilita mucho la labor del entrenador, que no ha necesitado un tiempo extra para implantar su idea. El equipo sabe a lo que juega, es reconocible y no entra en pánico si el plan inicial no funciona, aunque casi siempre lo hace.
- Acierto en los fichajes: Aquí el mérito es para César, que en condición de director deportivo ha dado en la tecla con los fichajes de algunos jugadores que no vienen a pasar el rato, sino a competir por un puesto o incluso a hacerle sombra a otros más consolidados en la plantilla. Parra, Rivada, Cidoncha y Albur han jugado de inicio todos los partidos en los que han estado disponibles, mientras que otros como Mayorga, Nater o Portero han hecho buenos los minutos que han disputado.
- Buena sintonía en el vestuario: Es uno de los aspectos más importantes en el fútbol, aunque nunca o casi nunca es contemplado por los analistas, que fijan su mirada en las estadísticas y en el juego en sí. Sin embargo, lo que ocurre de puertas hacia adentro explica luego lo que sucede sobre el terreno de juego. Cuando la amistad sustituye al compañerismo, la implicación y el esfuerzo de todos aumenta considerablemente. Las fotos y los cánticos después de las victorias son el fiel reflejo de la hermandad existente en el grupo.
- Comunión con la grada: Quien esté en los malos momentos podrá luego disfrutar de los buenos con el doble o el triple de ilusión. Los seguidores de los clubes le dan sentido al fútbol, que no sería más que un negocio sin ellos. Además, el ascenso de categoría ha servido para que más y más gente se suba al barco del Adarve, que cuenta ya con una tripulación de primera clase. Los antiguos y los nuevos disfrutan con el equipo, que fue recibido entre aplausos durante la presentación del pasado viernes en Ganapanes.
- Goleadores reconocibles: La renovación de Montejo, que tiene el gol entre ceja y ceja, fue la gran noticia del verano para el Adarve, que ahora mismo tiene en su plantilla a los máximos anotadores del Grupo I. Álvaro y Nouman lideran la tabla de pichichis con tres tantos, seguidos muy de cerca por Portero, que ha necesitado menos de dos horas para marcar dos goles. Maganto y Albur, dos hombres fijos en el ataque de Diego Nogales, también suman un gol.
- Abrir la lata: Ir a contracorriente teniendo que remontar un resultado adverso es complicado para cualquier equipo, por ello el Adarve se ha abonado al gol inicial. La Gimnástica Segoviana, el Coruxo FC, el Palencia Cristo y el CDA Navalcarnero han sido incapaces de adelantarse primero en el marcador. El Adarve nunca ha empezado perdiendo en estas cuatro primeras jornadas. No siempre abrir la lata es sinónimo de victoria, pero los datos hablan por sí solos.
- Inconformismo en ataque: El Adarve no es el equipo que menos goles registra en contra, pero sí es el que más acumula a favor. Ningún otro rival de su grupo ha anotado diez en este primer mes de competición. Cierto es que ha encajado gol en casi todos sus partidos, pero tiene una explicación. El equipo va en busca del segundo gol cuando anota el primero, y del tercero cuando ya tiene dos en su casillero. De momento, ese inconformismo en ataque está resultando ser muy efectivo. Y también divertido para el espectador.
- Implicación de los atacantes en tareas defensivas: Dicen que el mejor ataque es una buena defensa, y de esto el Adarve sabe un rato. Diego Nogales comentó recientemente que una de las señas de identidad era la presión alta. Ella siempre es promovida por los delanteros, que eligen el momento oportuno para apretar. Si ellos son solidarios en el esfuerzo, el equipo tiene más posibilidades de robar en campo contrario y atacar con espacios. Por ahora, jugadores de corte ofensivo como Maganto, Nouman, Montejo o Albur suman más tarjetas amarillas que los integrantes de la línea defensiva.
- Buen rendimiento pese a las bajas: Quién no recuerda la Unidad A y B del Real Madrid de Zidane. Aquel año los blancos se proclamarcon campeones de liga, y las rotaciones estuvieron presentes en el día a día del equipo. El Adarve, que este fin de semana tenía bajas importantes como las de Cidoncha, Calleja o Nouman, tiró de banquillo para derrotar con contundencia al CDA Navalcarnero. Jóvenes como Liaño, Mayorga o Nater, suplentes en jornadas anteriores, fueron protagonistas en el 3-0 del equipo.
- Humildad y los pies en el suelo: Que un equipo confíe en sus posibilidades y esté seguro de sí mismo no significa que mire al resto por encima del hombro con altanería. El Adarve es un equipo que no se recrea en la derrota de su rival, sino que vela por sus intereses y sigue su camino ganándose la admiración de los demás. Quizá por ese motivo a nadie le duela ver líderes a los de Diego Nogales, que disfrutan de su privilegiada posición con humildad y prudencia.
