Es muy difícil vencer a alguien que nunca se rinde. La AD Unión Adarve no es el equipo con mayor presupuesto ni con mejor plantilla, pero es complicado encontrar un conjunto que afronte mejor las adversidades. El combinado madrileño está sorprendiendo a propios y extraños con actuaciones tremendas bajo presión, y el último equipo en sufrirlo ha sido la Gimnástica Segoviana.
Los segovianos se colocaron con tres goles de distancia y todo apuntaba a que el choque estaba visto para sentencia
Los pupilos de Ramsés Gil aterrizaban en el Del Bosque sabiendo que una victoria los colocaba líderes. Tras su fantástico triunfo la pasada jornada frente al Sanse, ahora debían demostrar que también eran un equipo potente lejos de casa, y la realidad es que durante 70 minutos fueron un vendaval. Los segovianos se colocaron con tres goles de distancia y todo apuntaba a que el choque estaba visto para sentencia.
Sin embargo, el conjunto local no perdió la fe, y en cuestión de dos minutos marcó dos goles rapidísimos. Todavía restaba un cuarto de hora para llegar al final del tiempo reglamentario y la Unión Adarve se había metido de lleno en el partido. Tan solo faltaba un gol para sacar un punto de oro y certificar una de esas remontadas que perduran en el tiempo.
Efectivamente, ese gol llegó. Álvaro firmó su doblete particular e hizo rugir a la hinchada, que veinte minutos antes veía imposible que su equipo sumara algún punto. El gol de la igualada llegó en el minuto 97, cuando ya agonizaba el choque, así que el momento de éxtasis fue absoluto.
Para la Gimnástica Segoviana fue un palo tremebundo, pues en caso de ganar recuperaba el liderato y vio cómo se le escapaban dos puntos de oro, mientras que para los pupilos de Mario Escolante el empate fue agua bendita. Ahora mismo, los madrileños se encuentran a tres puntos de la zona de playoff de ascenso a Primera RFEF, pero lo más importante es que se han demostrado a ellos mismos que pueden superar cualquier adversidad.
