Hoy tenemos el privilegio de hablar con uno de los integrantes de la primera plantilla del CD Leganés. Diego Conde, portero pepinero, nos cuenta en Golsmedia Sports cómo ha fraguado su camino para llegar a debutar con el CD Leganés en Liga Smartbank. Para ello, ha tenido que labrarse su futuro en la categoría de bronce del fútbol español. Atlético de Madrid ‘B’ y CDA Navalcarnero han sido su lanzadera para llegar a día de hoy.
P: Hablemos primero de tu etapa en el Atlético de Madrid ‘B’. ¿Qué primera experiencia tuviste al dar el salto al segundo equipo rojiblanco y cuáles fueron tus primeras sensaciones de esa etapa de juvenil a 2ªB?
R: Fue un año un poquito complicado. Llevaba toda la vida en la cantera del Atlético de Madrid, si no me equivoco 11 años. Al final todas las categorías inferiores del Atleti nunca es fácil. Siempre sueles tener superioridad sobre el resto de equipos y a priori sueles ganar los partidos sin dificultad. Al final el cambio a 2ªB es complicado porque estás compitiendo con gente mucho mayor que tú. En mi caso personal fue un año complicado porque empecé muy bien, hice la pretemporada con el primer equipo, pero el año fue complicado. El mister prefería a uno de los otros porteros antes que a mí, entonces jugué solo cuatro partidos. Sin embargo, también me sirvió para curtirme y saber lo que es el fútbol senior y crecer que al final es lo que uno busca.
P: En tu primera etapa en el Atlético de Madrid ‘B’ no logras tener esa continuidad que decías. Entonces, buscas la oportunidad fuera en busca de minutos. ¿Cómo fue para ti ese proceso de abandonar por primera vez donde habías estado siempre? Además, aparte de esa continuidad ¿buscabas algo más como un estilo de fútbol acorde a ti?
R: Es un paso complicado porque al final para un jugador como yo que lleva toda la vida en el Atlético de Madrid, en un club que te tiene como una burbuja. Es un un club muy grande que cuida todo lo mejor posible, tiene un organigrama muy importante y el hecho de dar un paso hacia atrás para buscar minutos al principio parece complicado. ¿Por qué fue Navalcarnero? De las opciones que surgieron entendí que era la que más se ajustaba, en el sentido de que buscaba minutos, y yo creí que en Navalcarnero podía tenerlos. Además, se juntaba que era un equipo de Madrid que para mí era muy importante continuar en la Comunidad porque aquí está mi pareja, están mis amistades, mi familia y eso siempre es muy importante para la estabilidad de un jugador. Además, las relaciones entre los dos clubes desde el primer momento eran buenas y el cómputo global de estas circunstancias hicieron que fuera la opción ideal para mí.
Navalcarnero era la opción que más se ajustaba para salir del Atletico de Madrid ‘B’
P: Navalcarnero fue tu destino donde llegaste a disputar 23 partidos de liga. A pesar de no ser un buen año porque el equipo acabó consumando el descenso a Tercera División. ¿Cómo fue para ti la temporada a nivel personal?
R: Empieza de forma complicada porque yo debuto en la jornada 8. Al final para mi cabeza, cuando tu das ese pasito atrás a un equipo a priori de menor nivel y empiezas sin jugar, te creas tus dudas en la cabeza. Te dices a tí mismo: «A ver si es que no estoy haciendo algo bien. A ver si no tengo el nivel que creo para la categoría». Pero desde que debuté, cogí esa continuidad que todo jugador quiere y que, además, era lo que yo estaba buscando en esa cesión. La temporada a nivel personal fue buena porque tuve visibilidad y jugué los minutos que buscaba cuando accedí a esta cesión.
Luego, el día a día allí en Navalcarnero fue muy agradable porque me llevé muy bien con todo el organigrama del club y con los compañeros. A nivel personal la temporada yo la calificaría de muy buena porque me demostré que estaba capacitado para jugar en el fútbol senior. Retomé esa confianza que quizá me había costado un poco sostenerla la temporada anterior por lo complicada que fue. Luego, a nivel colectivo fue un año catastrófico porque descendimos a dos o tres jornadas del final de la liga y no cumplimos el objetivo del club.
P: Como has dicho guardas buen recuerdo del CDA Navalcarnero. De hecho, ayer les felicitaste por su pase a la siguiente ronda de Copa del Rey. ¿Qué opinión te merece la entidad del Navalcarnero?
R: Yo de Navalcarnero solo tengo buenas palabras. Un club súper humilde, muy cercano. Allí tenías todos los días al director deportivo y al presidente viendo el entrenamiento. Al final el organigrama es mucho más reducido, se doblan los puestos entre la dirección deportiva y demás. Súper enctado de haber pasado por allí, de haber conocido a todas las personas con esa calidad humana que hay en Navalcarnero tanto utilleros, delegados, gente de comunicación… La relación que tengo con ellos es buenísima. De hecho, dos de mis agrandes amistades las guardo de ese año y mantengo muy buena relación con la gente de ese año. Al final es lo que te llevas del fútbol, es lo bonito.
P: Has trabajado en dos equipos muy diferentes en cuanto a estructura . El Atlético de Madrid ‘B’ con una de las canteras más proliferas de España e, incluso, internacionalmente. Y, también, en el Navalcarnero que es un club humilde. ¿Qué diferencias has visto hay a la hora de trabajar en cuanto a exigencia o competir entre unos y otros?
R: Es muy diferente. Empezando porque en Navalcarnero entrenábamos a las 20h. Al final es complicado el hecho de irte a entrenar siendo de noche que es como «el día se está acabando y a mí me toca ir a dar el do de pecho con el frío y demás». Es muy distinto porque yo en el Navalcarnero compartía vestuario con gente que llegaba de trabajar, que compaginaban el trabajo con el fútbol porque los ingresos no les daba para mantener su estilo de vida. A la hora del día a adía el cuerpo técnico es mucho más reducido en un equipo como el Navalcarnero.
En el Atlético de Madrid ‘B’ teníamos, prácticamente, más cuerpo técnico que jugadores. Tienes fisioterapeutas, tienes utilleros… Tienes de todo, hasta nutricionista. Aparte que en el Atlético de Madrid ‘B’ un día estás con el ‘B’ y al siguiente te toca subir con el primer equipo. O estás entrenando con el ‘B’ y de repente las necesidades del primer equipo hacen que te salgas del entreno y bajes con ellos o empieces con ellos y no te necesiten. Es muy distinto. De todo se aprende y yo en Navalcarnero aprendí muchísimo, sobre todo, del otro fútbol. En el Atleti también he intentado sacar lo máximo posible de todas esas facilidades que te permiten en el día a día. De todo intentar sacarle el jugo.
P: Terminas tu etapa en el Navalcarnero y vuelves al Atlético de Madrid ‘B’. ¿Volviste hecho más portero? ¿Encontraste eso que necesitabas para hacerte con la portería rojiblanca?
R: El año del Navalcarnero fue un año de madurez, experiencia y demostrarme a mí mismo las capacidades que yo creía que tenía. Volví al Atleti más portero, con dos años más a las espaldas y eso me sirvió para afianzarme y coger más partidos. Sin embargo, no fue fácil tampoco la pasada temporada porque compartía portería con el que estaba de tercer portero teórico en el primer equipo y al final alternamos la portería. Los partidos que jugué hice un buen papel, a nivel colectivo alcanzamos ese playoff que era un objetivo bastante ambicioso que no se planteaba a principio de temporada. Pero sí, volví hecho más portero. En Navalcarnero saqué lo que yo esperaba en un primer momento y que se vio reflejado en mis actuaciones el año pasado en el Atleti ‘B’.
«Volví al Atleti hecho más portero»
P: La temporada pasada llegaste a ir convocado con el primer equipo. Después de tantos años inmerso en la cantera del Atlético de Madrid ¿viste en algún momento la oportunidad de formar parte de la plantilla en un futuro?
R: Es complicado porque estamos hablando de uno de los mejores cinco equipos del mundo. Afianzarse muy difícil, pero el hecho de llegar ya es complicado. Lógicamente, cuando estás en el ‘B’ y tienes la oportunidad de participar con ellos siempre te ves más cerca porque cualquier lesión, cualquier expulsión o situación del día te acerca a una convocatoria. En mi caso, por ejemplo, en Champions League acostumbran a viajar con tres porteros y es lo que me dio esa oportunidad. Hay que ser consciente de que llegar a un club de tanto nivel y afianzarse en el primer equipo es difícil. Pero eso no significa que sea imposible y al final para eso trabajar. Yo soy atlético de corazón, llevo allí toda la vida y para mí fue una experiencia inolvidable poder viajar a dos convocatorias con ellos. Sería un sueño poder debutar con el primer equipo y poder afianzarme sería un sueño de la hostia.
P: ¿Crees que es más difícil alcanzar esa meta como portero que como jugador de campo? En el caso del Atlético de Madrid con un monstruo como Oblak será más complicado.
R: El caso de Jan es complicado porque no nos da chance a los demás. Es impresionante como entrena, cómo juega, el nivel que tiene y de él se aprende muchísimo. No solo entrenando con él, sino viéndole de lejos. En el caso de los porteros es una posición muy peculiar. Solemos tardar más en llegar porque necesitas ese toque de experiencia, ese saber estar, esa confianza que tienes que transmitir al grupo y si que puede ser que cueste más llegar. Sin embargo, una vez llegas creo que tienes la oportunidad de afianzarse. Igual que un portero suplente tiene una temporada dura porque no participa, si estás en el lado opuesto te permite sumar minutos, coger experiencia, crecer y poder demostrar.
«Solemos tardar más en llegar porque necesitas ese toque de experiencia»
P: De nuevo en la pasada temporada del Atlético de Madrid ‘B’ con todo lo que aconteció la pandemia. Lográis el playoff y ¿cómo fue volver a entrenar después de tres mees y jugándoos algo tan importante como ascender a 2ª? Incidisteis más en la concentración o lo anímico que en lo físico?
R: La cuarentena fue complicada para todos porque estar tanto tiempo encerrados es algo a lo que nos habíamos expuesto antes. Respecto a los entrenamientos yo no dejé de entrenar nunca porque tengo un entrenador personal e intentamos adaptar todo al material que tenía en casa, al espacio, al tiempo que durase la cuarentena en casa. Con el grupo costó organizarse al inicio porque no sabíamos cuanto iba a durar, si se iban a retomar las competiciones, si iba a empezar el primer equipo y el filial no. Era todo una incógnita. Una vez se resolvió hicimos unos entrenamientos por grupo, por videollamada, aparte del trabajo que nos pautaban para hacer por nuestra cuenta. Básicamente, lo que intentamos fue perder lo menos posible en el tema físico y nos daban algunas directrices de cómo estar preparados para retomar los entrenos, estar lo mejor posible para que todo fuese cuesta abajo y no cuesta arriba. En mi caso tuve la suerte de que empecé antes con el primer equipo. Por los protocolos de la liga necesitaban cuatro porteros y tuve la suerte de empezar un poco antes y no se me hizo tan duro. Si fue duro y para mí fue importante tanto lo mental como lo físico.
P: En agosto se cumplió una de tus metas personales que es alcanzar un equipo profesional. Imagino que sería una oportunidad de oro que no podías dejar escapar, pero ¿qué fue lo que te llamó la atención del proyecto del CD Leganés?
R: Son varias cosas. El año pasado fue bueno tanto a nivel personal como colectivo y estar en un club como el Atlético de Madrid es un escaparate a la hora de que te van otros equipos. Entonces, llegaron oportunidades de cara a esta temporada y una de ellas fue el Leganés. ¿Por qué elegí Leganés? Pues por muchas circunstancias. Leganés es un club con una infraestructura de primera que, puntualmente, por la circunstancias está en Segunda División. Sin embargo, tiene capacidad, tiene proyecto, tiene organigrama y tiene todo lo que necesita para retomar la categoría y afianzarse en la Primera División. Y, luego, todo lo que te comenté con el Navalcarnero. El hecho de estar en Madrid para mí es fundamental porque todo mi círculo cercano es de aquí. Eso para la estabilidad de un jugador es muy importante y por supuesto al confianza que demuestra el club en traerte. El Leganés fue muy insistente y me transmitió esa confianza desde el primer momento. No dudé en venirme y estoy muy satisfecho de la decisión que he tomado.
P: Además, en el inicio de liga pudiste debutar y contaste con varias titularidades. ¿Qué sensaciones tuviste al poder debutar por primera vez en el fútbol profesional? ¿Qué fue lo primer que dijiste al llegar a casa?
R: Fue un sueño cumplido. Ese debut lo que hace es dar sentido a todo el trabajo de los años atrás. Da sentido a esa temporada «en el barro» en Navalcarnero, a todos esos entrenamientos en la sombra cuando nadie te ve. Una satisfacción personal de la leche. Si yo llevo jugando al fútbol desde pequeño y llevo sacrificando lo que todos sacrificamos: fines de semana, tiempo con tu pareja y tus amigos… Al final es para intentar lograr ese objetivo de llegar al fútbol profesional. No fue el debut soñado porque no conseguimos ganar, pero fue un día inolvidable. Por supuesto, darle en la medida que se lo merecen el agradecimiento a mis padres que desde pequeño se implicaron conmigo. A mi pareja que me aguanta cuando nadie puede aguantarme y a mis amigos que siempre están ahí. Al final esto es un poquito de todos.
P: Hablando un poco de actualidad. El Leganés jugó ayer el partido de Copa del Rey, no tuviste la titularidad, pero conseguisteis el pase que es lo importante. ¿Qué objetivo tenéis en la Copa?
R: Para nosotros la Copa es una competición fundamental, al igual que la liga, y le damos la importancia que se merece. Fuimos a Socuéllamos sabiendo que iba a ser complicado por la superficie del césped, las dimensiones y un equipo compacto que no iba a buscar con ese juego directo. Empezamos muy bien con dos goles muy temprano y nos dio la tranquilidad de afianzarnos en el partido y pasar la eliminatoria. Las aspiraciones del club es pasar cada eliminatoria y llegar lo más lejos posible.
P: A modo de cierre y conclusión. Ahora que has llegado al fútbol profesional y has visto cómo va todo. ¿Qué diferencias has encontrado entre la 2ª y 2ªB y si crees que la categoría de bronce merece ser tratada como profesional o todavía le falta algún cariz para ello?
R: Muy buena pregunta. Es diferente. Yo he tocado todos los palos. Ahora en Leganés, a nivel del día a día son todo facilidades. Una ciudad deportiva espectacular, los campos están muy bien , nos tratan como reyes y no te puedes quejar en ningún momento. El nivel de la plantilla es espectacular y la categoría es muy exigente. Vas a cualquier campo y como no salgas como corresponde te pintan la cara tanto a favor como en contra.
En Segunda B te puedes encontrar estadios espectaculares como el del Badajoz o en su momento el de la Ponferradina cuando estaba o Cultural Leonesa. Y luego puedes ir a campos como el Mariano González, del Navalcarnero, o el del Rápido de Bouzas que son cajas de cerillas en las que vas a la guerra. Quizás eso es lo que diferencia, que la Segunda División es una categoría super igualada y en Segunda B por el número de grupos hay mayores diferencias entre unos y otros a nivel de presupuestos. Hay equipos muy humildes que han pasado toda su historia en Tercera División y que puntualmente están en Segunda B. Y, por el contrario, hay equipos históricos como el Deportivo de La Coruña que son profesionales, pero por las circunstancias les toca dar un paso atrás y bajarse a otra categoría.
