Plantilla del CD Ursaria. / Foto: CD Ursaria

La conjura del C.D. Ursaria: "Quedan cinco jornadas y lo vamos a conseguir"

Plantilla del CD Ursaria. / Foto: CD Ursaria

El Getafe B puso fin a la racha histórica del C.D. Ursaria. El equipo dirigido por Joselu Sánchez perdió su primer partido después de once meses sin hacerlo. El conjunto azulón sorprendió y ganó por la mínima en uno de los estadios más complicados de la Tercera Federación, donde el Ursaria cosechaba nueve victorias y tres empates en sus doce encuentros disputados como local.

La hazaña tiene todavía más mérito si tenemos en cuenta la situación del club. No cuentan con autobús y se desplazan con sus propios vehículos juntándose los máximos posibles, para así ahorrar en gasolina. La situación económica obliga a que los futbolistas deban compaginar el fútbol con otros trabajos que les permitan llegar a fin de mes, pero la ilusión sigue intacta.

No cuentan con autobús y se desplazan con sus propios vehículos juntándose los máximos posibles

Acostumbrados a las adversidades, una derrota después de once meses no debe ser un problema para el C.D. Ursaria, o al menos así lo ha reflejado uno de sus futbolistas: Carlos Sanz. El guardameta ha publicado en su cuenta personal de Twitter una foto del equipo con el siguiente mensaje: “Quedan cinco jornadas y lo vamos a conseguir. Más que nunca, a muerte con los míos”.

El International R.S.C. es el segundo clasificado y principal perseguidor del Ursaria. Tan solo les separan tres puntos, y es por ello que se vienen cinco jornadas frenéticas en el grupo VII de Tercera Federación. Sin enfrentamiento directo entre ellos, son los chicos de Joselu Sánchez quienes dependen de sí mismos para lograr el ascenso directo, pero en esta categoría es muy complicado sumar cinco victorias seguidas.

Sea como sea, la conjura es para marcarse una meta muy evidente: jugar la siguiente temporada en Segunda Federación. La historia de los chicos lo merece, pero en el fútbol merecer nunca es sinónimo de conseguirlo. Faltan cinco guerras donde deben ir a muerte, su guardameta Carlos Sanz lo tiene claro.