La competición está a punto de arrancar en Tercera División, y son muchos los equipos que están ultimando detalles para aterrizar en ella con las mejores sensaciones posibles. Después de la creación de la Primera RFEF y la Segunda RFEF, todos aquellos que se quedaron a las puertas del ascenso el curso pasado, quieren repetir su gran temporada y colarse en una categoría superior. Despreocuparse del descenso cuanto antes es también el objetivo de otros tantos, aunque en la Comunidad de Madrid eso no será posible. Si el año anterior fue un caos y hubo más reclamaciones e injusticias de las debidas, lo que nos espera en este puede serlo aún más.
será una de las dos competiciones con 21 equipos participantes en toda la tercera división española
Algunas de las decisiones que la RFFM tomó durante los últimos meses han tenido ya un impacto en el presente curso. A diferencia de otras ligas que estarán compuestas por menos de 20 equipos, la madrileña contará con 21. Y como la RFEF ha establecido que los clubes participantes en la 2022-23 han de ser 16 en Tercera RFEF, el número de descensos en la capital de España puede ser devastador. Al menos ocho caerán a Regional Preferente, siempre que un segundo equipo, además del campeón, no consiga subir a Segunda RFEF. En ese caso, el número se reduciría a siete. Ello quiere decir que quienes se muevan por posiciones intermedias han de tener mucho cuidado, ya que un mal comienzo puede convertirse en un daño irreparable.
No solo con esa presión deberán lidiar los clubes, los jugadores, los cuerpos técnicos y los aficionados. Además, deberán de tener un ojo puesto en el filial del CD Leganés, el CDA Navalcarnero, la AD Unión Adarve y el CD Móstoles URJC. Su futuro estará ligado al de otros equipos de Tercera RFEF que, pese a estar peleando por ingresar en el playoff de ascenso, pueden vivir unas últimas semanas de máxima preocupación. Si nos ponemos en lo peor y ninguno de ellos es capaz de lograr la permanencia, hasta el décimo clasificado de la Tercera podría descender a Regional Preferente. Se trata de una situación insólita que generará mucho debate en el tramo final, aunque no debería. Después de las múltiples alineaciones indebidas que tuvieron lugar durante el pasado campeonato, la Federación tendría que adoptar una posición mucho menos especulativa.
si los equipos madrileños de 2ª rfef no consiguiesen la permanencia, podría haber hasta el 10º clasificado podría descender
Es importante, para que no se tilde la competición de ‘adulterada’, que los clubes sepan desde el principio cuál puede ser el peor escenario sobre el papel. De esa forma, no se verán sorprendidos entre los meses de abril y mayo. Otra de las cuestiones que inquietan al entorno futbolístico de la Tercera madrileña es el desempeño de los delegados, puesto que su labor ha sido decisiva y han sido más protagonistas de lo esperado. Esta temporada 2021-22 será una nueva oportunidad para saber cómo de preparados están y si la RFFM ha hecho o no todo lo que estaba en sus manos para que reciban las herramientas necesarias para ejercer su trabajo de manera óptima.