Al otro lado del teléfono nos atiende Gonzalo Zamorano, un apasionado del fútbol que en 2017 decidió aceptar la propuesta de Álvaro Montejo, actual jugador del Unión Adarve, para vivir una experiencia única en Islandia. A base de goles se forjó un nombre en el país de los volcanes, los glaciares y las auroras boreales. Aterrizó en Tercera División y no tardó en debutar en Primera. Ahora, después de haber rescindido su contrato con el ÍBV, quiere seguir los pasos de su amigo en España. En verano cumplió 26 años, no tiene representante y negocia con su buen fútbol la llegada a un proyecto que le permita crecer.
P: Me saludas desde Madrid y no desde Islandia. ¿Hacía mucho que no venías por aquí? ¿Lo echabas de menos?
R: Sí. La verdad es que echaba de menos la familia, los amigos y estar en casa porque al fin y al cabo, cuando estás fuera, siempre echas de menos ese tipo de cosas.
P: Ayer Migrantes del Balón anunció que no continuarías en el equipo islandés en el que has estado durante estos últimos meses. ¿Cuáles han sido los motivos de esta decisión?
R: El club y yo no hemos llegado a un acuerdo económico para el año que viene, y ese ha sido el motivo principal. Subimos a Primera División y es cierto que es una categoría que mola jugar porque ya lo hice en 2019, pero también hay que mirar otras cosas. La otra razón es que querían que fuese ahora en noviembre, y a mí me vienen muy bien estos meses de vacaciones en España para recargar pilas porque luego hay momentos de altibajos y de pasarlo mal estando fuera de casa. A mí estos meses de octubre, noviembre, diciembre y enero me viene muy bien para estar con los míos. Teníamos en la cláusula que cualquiera de las dos partes podía rescindir el contrato, así que hemos llegado a ese acuerdo y ya está.
«En 2017, cuando me fui, jamás me hubiera imaginado que iba a pasar todo esto»
P: ¿Qué valoración haces de tu estancia en Islandia desde que llegaste en 2017?
R: La valoración que hago de mi paso por Islandia es buenísima. En 2017, cuando me fui, jamás me hubiera imaginado que iba a pasar todo esto. Este año ascendí a Primera División con este equipo, aunque fue un poco complicado porque empecé muy bien, metiendo goles y jugándolo todo, y de una patada me rompieron el cuádriceps. Estuve 2 meses fuera de la competición. Eso te parte porque la temporada en Islandia es muy corta. Me perdí muchos partidos. En dos meses de cualquier otra liga como Tercera RFEF o Segunda RFEF te pierdes 8 partidos, y en Islandia me perdí 14. Si la temporada consta de 22, pues imagínate. En ese aspecto tuve mala suerte porque era la primera vez que me lesionaba y me perdía tantos partidos. Lo pase un poco mal, pero de todo se aprende. También he cogido muchas cosas positivas para el futuro.
P: El número de jugadores españoles que ha probado suerte en Islandia quizá se haya multiplicado con el paso de los años. ¿Por qué?
R: Yo creo que esto básicamente ha sucedido por el tema económico, porque a jugadores muy válidos de Tercera División y de Segunda División B se les paga mejor. Además, pagan la casa, la comida, el coche, te ofrecen la posibilidad de trabajar si tú quieres… Puedes ahorrar dinero y encima lo puedes compaginar con jugar varios meses aquí en Tercera División. Es una muy buena oportunidad, sobre todo para los jugadores que queremos vivir de ello y no hemos tenido la oportunidad en divisiones más altas.
P: ¿No les molesta a los clubes islandeses que ese tiempo en el que no estáis compitiendo allí encontréis un equipo en España y juguéis para el?
R: No. Al fin y al cabo, a ellos también les viene bien. A no ser, evidentemente, que te lesiones de mucha gravedad. Eso sería mala suerte, les partirías a ellos y te partirías a ti. A ellos les viene bien no tener a un futbolista parado 3 o 4 meses. No les interesa que jugador suyo esté sin hacer nada desde el 26 de septiembre. Ten en cuenta que son 4 meses sin competir, lo que equivale a una lesión de media – larga duración. Y no es lo mismo entrenar que competir. No es lo mismo ir a entrenar con un equipo de Segunda RFEF, que entrenar y competir. Mientras se pueda compaginar no hay problema. El tema es llegar un acuerdo con un equipo al que le favorecer y digo: “Eres un jugador que al que podemos usar estos meses. A nosotros nos viene bien y a ti también, genial.” Lo malo es si lo estás haciendo bien, lo estás jugando todo, eres un jugador importante en el equipo, y te tienes que ir. Les dejas cojeando, como me pasó a mí por ejemplo en el Álamo. Pero yo tengo muy buena relación con ellos y lo entendieron porque desde el primer momento se dejaron claras las cosas.
«Es el club de mi vida y me ha gustado mucho siempre competir aquí porque me lo paso bien, me ven mi familia y mis amigos y hay un ambiente muy familiar»
P: ¿Crees que si no hubiera sido por el Álamo te hubiera costado más encontrar un equipo aquí en España que te permitiese luego irte a mitad de temporada a Islandia?
R: Podría haber buscado otros equipos, pero yo soy de aquí y tengo muy buena relación con el presidente y con el director deportivo. Conozco el club a la perfección. Es el club de mi vida y me ha gustado mucho siempre competir aquí porque me lo paso bien, me ven mi familia y mis amigos y hay un ambiente muy familiar. Y eso se echa de menos cuando estás en Islandia. Por suerte lo pude compaginar bien. ¿Que podría haber buscado otros equipos? Para los 4 meses que iba a jugar siempre pensé en ayudar al Álamo.
P: En Islandia has tenido mejores cifras goleadoras que en España. ¿A qué crees que se debe? ¿En Islandia se juega más para los delanteros y menos en equipo?
R: Básicamente es eso. El fútbol es mucho más abierto y hay muchos más contraataques. Para los jugadores que somos rápidos y con desborde es un fútbol que nos viene muy bien, esa es la realidad. Es cierto que aquí en España, en el Álamo, jugué muy bien los últimos años. Echo de menos jugar aquí, es más, me gustaría. En estos meses hasta febrero, cuando seguramente me vaya, aunque todavía no tengo nada cerrado con ningún equipo a pesar de haber hablado con varios, me gustaría jugar aquí en España, en Tercera o en Segunda RFEF. De jugar en Preferente, está claro que lo haría en El Álamo. A ver qué pasa. Tampoco me he puesto a buscar como un loco porque no sabía lo que iba a pasar en Islandia. Tenía contrato con ellos y no quería decirles que me cediesen. Ahora que hemos solucionado las cosas y soy libre, me gustaría encontrar algo.
P: ¿Cómo se ha movido Gonzalo Zamorano en estos últimos años? ¿Lo has hecho a través de alguna empresa de representación o por el boca a boca?
R: Islandia es un país muy pequeño y ahí ya tengo un nombre. He hecho las cosas bien durante varios años seguidos y no me hace falta representante. En cambio, aquí en España es complicado porque cuando estás tanto tiempo fuera, la gente se olvida de ti y de tu nombre, a no ser que te vean por redes sociales. Ahora, gracias a ellas y al trabajo que estáis haciendo vosotros los futbolistas del fútbol modesto tienen mayor visibilidad. Eso nos ayuda mucho. Ahora mismo no tengo representante. Es cierto que me han llamado varios, pero no tengo nada firmado con ninguno.
«cuando estás tanto tiempo fuera, la gente se olvida de ti y de tu nombre»
P: ¿Renunciarías a regresar a Islandia si te saliera un buen proyecto aquí en España y estuvieses a gusto en él?
R: Sí me lo plantearía. Si tuviese un buen proyecto en el que estuviese muy cómodo, jugando bien y sintiéndome importante en el equipo, que yo pienso que tengo fútbol para ello, sí me plantearía renunciar a Islandia. Tengo 26 años y me apetece mucho jugar a un buen nivel. Sé que estoy en mis mejores años. Es cierto que en Islandia el tema económico llama mucho la atención, y también el haberme adaptado tan bien a la liga. Sé que allí lo voy a hacer bien, entonces es cuestión de verlo. Tampoco me quiero precipitar y decirte que sí 100% porque todavía no lo sé, pero ahora mismo me gustaría jugar aquí, en España.
P: Tu trayectoria se parece un poco a la de Álvaro Montejo, ¿no Gonzalo? ¿Has mantenido alguna conversación con él o ha significado un referente para ti en este tiempo?
R: Él y yo tenemos muy buena relación. Básicamente fui a Islandia por él. Lo conocí cuando venía entrenar con el Pozuelo y entablé una muy buena relación con él desde el primer momento. Él fue quien me llevó allí. De hecho, este año he estado en un equipo en el que él ya estuvo. Álvaro es el mejor ejemplo de que los jugadores del fútbol modesto tienen mucho valor. Los dos hemos estado jugando siempre en la misma división. El uno contra el otro en diferentes equipos, aunque nos hubiese gustado jugar juntos. Siempre lo hemos hablado: «¡Si estuviésemos los dos juntos… la que podríamos liar!». Él es el mayor ejemplo de cómo un jugador se puede salir en Tercera RFEF y después hacerlo igual de bien en Segunda RFEF. Hay nivel, no vamos a Islandia a retirarnos y a ganar dinero. Esa no es la realidad. Vamos a Islandia a competir, a jugar, a divertirnos y a hacer lo que más nos gusta. Y cuando venimos aquí también rendimos. Montejo da igual donde esté que rinde. Ojalá le siga yendo igual de bien, lo haga genial este año y tenga oportunidad en un fútbol más profesional, porque yo estoy seguro de que tiene fútbol para ello.