Mucho ruido y pocas nueces es un refrán muy manido y muy utilizado. Sin embargo, para referirnos al Valle de Egüés, uno de los equipos del fútbol navarra, habría que utilizar cualquier antónimo del refrán mencionado. Y es el que el equipo de César Sánchez, sigiloso como él solo ha dado pasos hacia adelante y se ha situado en una situación muy positiva, cerca de los puestos de privilegio.
Hasta diciembre le costó arrancar al conjunto de Egüés que sumaba una victoria, dos empates y tres derrotas. Desde entonces, el equipo ha dado un vuelco en cuanto a resultado, más allá de las sensaciones que también son mejores.
final de año clave
Fue en ese momento cuando el equipo sumó tres victorias consecutivas que le auparon a puestos de honor en la tabla clasificatoria. En casa ante la Txantrea y ya en año nuevo ante el Beti Onak y en Andosilla ante el River Ega, supusieron un 9 de 9 que les dio un espaldarazo.
Tan solo una derrota ante la AD San Juan en un choque en el que los de Bebeto sí que manifestaron su superioridad, para después imponerse al Corellano en un choque aplazado. Por último, el empate ante Huarte en casa les alimenta la esperanza de poder estar entre los tres primeros.
Además, los azulones se han reforzado con Rubén Morillas en este mercado invernal aunque también pierder a Aitor Falagán que se marcha a Estados Unidos.