El fútbol siempre nos deparará situaciones inverosímiles pero la que adelantó el Diario de Noticias el domingo por la tarde se nos escapa a todas las luces de lo que es la normalidad. La destitución de Rodri Fernández como entrenador del Beti Kozkor, equipo de la tercera división navarra, tras ocho años al frente del equipo no hace otra cosa que confirmar que el entrenador es el eslabón más débil de la cadena del fútbol y que poco o nada importa lo que hayas hecho en anteriores temporadas.
Es cierto, tal y como reconoce el propio Rodri Fernández en el Diario de Navarra, que la decisión va más allá de los motivos deportivos. El Beti Kozkor es cuarto en la tabla clasificatoria con los mismos puntos que el segundo y el tercer. En dicha entrevista, Rodri expone que el club le ha dado cuatro motivos que le han llevado a la destitución.
4 motivos no muy claros
El primero de ellos y que ha levantado las críticas dentro de la plantilla es que el propio plantel está en contra del entrenador. Esto ha hecho que varios de los integrantes de la plantilla a través de las redes sociales se hayan posicionado en contra de este motivo. Otro de ellos y quizás el más cierto es que las relaciones con el director deportivo no eran las mejores, aunque el propio coordinador le confirmó a Rodri que le había defendido. El tercer motivo de la destitución ha sido el uso inadecuado de las instalaciones, algo inverosímil para considerarlo como un motivo para destituir a un técnico. Y el último y definitivo es que se estaba generando un ambiente tóxico en el pueblo en torno al club. Un motivo que de ser cierto, en poco o en nada es atribuible de culpa al entrenador. El club ha ofrecido seguir al resto del cuerpo técnico. El ayudante Alvaro Etxarri ya ha comunicado a través de sus redes que no continuará.
Queda claro que esos motivos no han convencido a un técnico que cogió a un equipo en Primera Regional y lo elevó hasta los cielos y llegó a rozar con la yema de los dedos el ascenso a la 2ªB. Se quedó a tan solo 90 minutos.
Este fin de semana se ha asistido a una de las cuestiones más asombrosas del fútbol navarro en mucho tiempo.
