La selección española no pudo terminar como primera de grupo después del gran partido que hizo días atrás frente a Argentina. Los de Scariolo se enfrentaron a la Eslovenia de Luka Doncic y no lograron mantener la renta de 12 puntos que alcanzaron en el tercer cuarto. Víctor Claver fue el encargado de detener a la estrella de los Dallas Mavericks, pero el ex del Real Madrid CF encontró muy bien a sus compañeros y se quedó rozando el triple-doble. La gran aparición para los eslovenos fue Vlatki Cancar, que se fue hasta los 22 puntos y lideró a los suyos en ataque.
El primer cuarto fue para España, que llegó al tiempo muerto con una ventaja de cuatro puntos. En los primeros diez minutos de partido, la defensa sobre Doncic fue muy efectiva. Con Claver acosando en el mano a mano y sus compañeros cerrando todos los espacios, Luka no fue capaz de marcar las diferencias, e incluso visitó el banquillo antes de tiempo después de cometr tres faltas personales, dos de ellas en ataque. Ricky, tan crecido como en encuentros anteriores, comenzaba a generar desequilibrio desde el pick and roll.
Sin embargo, la selección balcánica recuperaba distancias y se ponía por delante en el inicio del segundo cuarto, con Klemen Prepelic y Goran Dragic a los mandos. Por suerte, España reaccionó con un parcial de 7-0. Sergio Llull activó el modo líder y logró penetrar en el entramado defensivo de los eslovenos, que tuvieron que esperar unos minutos para ver brillar de nuevo a su estrella sobre la cancha. El acelerón de la ÑBA hizo posible llegar a los vestuarios por delante en el marcador.
La superioridad en ataque se trasladó al segundo acto, en el que los españoles llevaron la batuta, al menos en el arranque. Los madridistas Alberto Abalde y Rudy Fernández se mostraron muy acertados desde la línea del 6’75 y permitieron a su equipo alcanzar un margen superior a los 10 puntos. Eslovenia, que en ningún momento dio indicios de tirar la toalla, incrementó su presión en defensa y ahogó la ofensiva rival. En ataque, se dedicó a cargar el rebote ofensivo y a apuntar desde la línea de triple. El plan funcionó y entraron en el último cuarto con tan solo una canasta de desventaja.
Con el partido en un puño, Prepelic sacó a relucir todo su talento, comandando el ataque esloveno. Pau Gasol, que en las grandes citas siempre aparece, sostuvo a España con dos triplazos. Lástima que ese sprint de última hora no se mantuviese en el tiempo. Abalde primero y Ricky después marraron dos tiros que, de haber entrado, podrían haber significado la victoria de España. Con Eslovenia como primera grupo, Estados Unidos será el rival del conjunto de Scariolo en cuartos de final.